“Llegó diciembre con su alegría” y con él empezamos todos a contagiarnos de ese olor característico que tiene este mes, del disfrute, del jolgorio y de el ambiente que lo caracteriza; de igual forma pasados unos cuantos días y llegando el cierre del año también es común percibir como la ciudad comienza a quedarse sola, las salidas, los viajes, vacaciones, paseos de los ciudadanos van generando un éxodo donde muchos emigran en búsqueda del descanso en otras latitudes.

Toda la familia se prepara para viajar, organizan, toman sus maletas, agendan el destino y emprenden el viaje a su lugar escogido. Sin embargo, y a pesar de ser parte de la familia, en algunas ocasiones y muy característico de estas fechas, pasan por alto a uno de los miembros más importantes del hogar: el animal de compañía, llámese este perro o gato. Hemos debido presenciar con tristeza, como se incrementa con creces el número de abandonos a estos seres en estas épocas vacacionales y para quienes tenemos animales de compañía, amamos los animales y trabajamos por ellos, es inconcebible que estas situaciones se presenten.

Justo por estas épocas, la personas se encuentran en la inquietud frente el qué hacer con los perros o gatos de la casa y en algunas ocasiones, sin mediar algún tipo de pundonor, deciden el camino más fácil que es dejar a su suerte estos nobles animales que inocentes no entienden las razones por las cuales son exiliados de su hogar.
En épocas cercanas a vacaciones tuvimos la ocasión de recibir dos animalitos ambos caninos y hembras, una de ellas se llamó Nieves en su momento, y aunque no tuvimos la certeza de su origen, si creemos que fue relegada del hogar a cambio de un espacio sabático, esto a causa del lugar donde fue encontrada: en cercanías de la terminal de transporte. Ella, una hermosa perrita blanca, temerosa, pequeña, tuvo la mala suerte a causa de su inexperiencia en las calles de ser atropellada; llegó a nosotros muy temerosa con una mirada que reflejaba toda la tristeza y la inquietud de saber el por qué de su destino. Nieve, no solo tuvo afecciones osteomusculares a causa del traumatismo sino que también presentó varios problemas de tipo neurológico y nutricional, todo a causa de la misma etiología: El abandono.

Así mismo, hace cinco años llegó Magola a nuestras vidas. Ella, una perrita blanca muy noble y cariñosa, llegó con su familia a la terminal del Norte donde emprenderían todos un viaje seguramente de placer, pero al llegar a dicho acopio la familia fue notificada acerca de la imposibilidad que la perrita pudiera viajar con ellos, razón por la cual todos debieron tomar decisiones al respecto, siendo la escogida la más arbitraria de todas. Magola fue dejada amarrada al interior de la terminal y abandonada a su suerte.

Ambas, a pesar del daño que en sus vidas hizo el abandono, tuvieron la fortuna de encontrar hogares amorosos en los cuales aún se encuentran y donde existe la conciencia que ellos son parte de la familia y como tal merecen un espacio en la planeación de sus vacaciones y de las decisiones frente a eventuales desplazamientos.

Cuando abrimos las puertas de nuestros hogares a los animales estamos generando una impronta al interior de sus corazones; La forma como ellos nos observan, dicen los conocedores del tema: obedece a la misma manera como alguien en estado de enamoramiento, mira al objeto de su afecto. Hemos conocido casos que dan cuenta de la lealtad que los perros y gatos manifiestan con nosotros, incluso, en su sagacidad muchos de ellos al ser abandonados, tienen la capacidad de retornar a sus hogares deseosos de reencontrarse con la familia que para ellos es su razón de ser y de la cual no tendrían ictus de duda para pensar que su abandono fue hecho a voluntad.

Queridos lectores, cuando planeamos desplazamientos, mudanzas y cualquier tipo de situación que pueda poner en riesgo la permanencia de un peludito en su hogar, es importante que revisemos e incluyamos en la planeación a los animales de compañía que habitan con nosotros.

Existen muchas alternativas, hoy por hoy son muchas las agencias y hoteles que permiten la permanencia con animales, bajo el rótulo de Petfriendly; también, existen opciones de guardería que permiten que los perros o gatos puedan estar en lugares donde recibirán todos los cuidados requeridos; se cuenta también con las llamadas “niñeras” para gatos que se desplazan a los hogares de quienes los contratan para ejercer el ritual de cuidado para estos animales.

Pero lo más importante es tener la conciencia suficiente para saber si se cuenta con la responsabilidad para asumir un compromiso de por vida al abrir las puertas de nuestro hogar a un peludito, con todas las obligaciones que ello trae consigo. No se trata de tener un animalito durante un tiempo para luego encontrar una salida fácil del mismo, es entender que cuando los hacemos parte del hogar, asumimos un compromiso de responsabilidad con ellos que no cesa bajo ningún concepto y que debe ser honrado de la misma forma como los animales nos honran con su amor perfecto e incondicional.

En estas vacaciones, navidades y año nuevo, evitemos que otras Nieves y otras Magolas, terminen padeciendo los vejámenes de las calles. Entendamos la responsabilidad que como familias asumimos y permitamos que estas celebraciones decembrinas se gocen rodeado de todo el amor y la fraternidad que una verdadera familia alberga, donde ellos (los peluditos) hacen parte también del hogar; Porque ellos siempre esperarían por ti.

Ñapa:
Existen ciertos cánones que ofician la forma como deben ser transportados los animales; observemos con responsabilidad la manera en la cual nuestros perros y gatos viajen en estas vacaciones. No dejemos que sean ubicados en lugares no apropiados donde puedan ser puestos en riesgos para su integridad y sus vidas.

Fundación O.R.C.A
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Redacción Minuto30

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