El presidente de EE.UU., Donald Trump. EFE/Archivo
El presidente de EE.UU., Donald Trump. EFE/Archivo
El presidente de EE.UU., Donald Trump. EFE/Archivo

El presidente de EE.UU., Donald Trump. EFE/Archivo

El enigmático «covfefe» que Donald Trump lanzó a la red la pasada medianoche absorbió durante toda la jornada el interés de Washington, que por un día dejó de lado la trama rusa para sumarse al cachondeo que el presidente provocó con su tuit.

«Pese a la constante ‘covfefe’ negativa de la prensa», tuiteó a las 00.06 Trump, quien presumiblemente quiso escribir «coverage» (cobertura), en lugar de la palabra inexistente «covfefe» y que publicó el mensaje aparentemente incompleto.

Pasaron casi seis horas hasta que Trump borró su mensaje a las 05.48. Demasiado tarde: con nocturnidad y alevosía, el tuit había alcanzado los 127.000 retuits, unos 162.000 me gusta y abría los noticieros de la mañana en las cadenas estadounidenses.

«Espero que se te haya caído el celular al inodoro», respondió un usuario ironizando sobre el rumor de que Trump tuitea desde el baño.

Miles de personas trataron de indagar el significado de «covfefe» y las bromas también llegaron desde perfiles oficiales, como el de la Policía de Filadelfia, que tuiteó este mensaje: «Las carreteras aún están resbaladizas por la lluvia de anoche. Utilizad por favor los limpiaparabrisas y conducid con #covfefe».

Además, el canal de televisión Fusion abrió una encuesta para determinar la pronunciación correcta de «covfefe». De las más de 215.000 personas que han participado, el 43 % ha optado por «Cov-FEE-fee» como opción más probable.

No era la primera vez que Trump publicaba un tuit con errores, en el pasado conjugó mal verbos («payed» en lugar de «paid») o erró con el nombre del expresidente Barack Obama (puso Barrack) entre muchos otros, aunque esta fue la más sonada.

Consciente del revuelo creado, Trump, con mucha cintura, trató de driblar las burlas con un nuevo mensaje: «¿Quién puede descubrir el verdadero significado de ‘covfefe’? ¡Disfruten!».

Las redes estaban revolucionadas, los digitales se hinchaban a clics y las televisiones no hablaban de otra cosa. Todos querían saber el significado de «covfefe» y por qué Trump dejó el tuit incompleto: ¿se habría dormido mientras lo escribía?

El mensaje del presidente absorbió todo el interés en la ciudad que presume de capital política del mundo y los corresponsales de los medios en la Casa Blanca no dudaron en preguntar a su portavoz, Sean Spicer, sobre lo ocurrido.

«El presidente y un reducido grupo de personas saben exactamente lo que quiso decir», aseguró Spicer, resistiéndose a admitir que Trump simplemente tuvo una confusión entrada la madrugada.

La polémica también llegó a oídos de la excandidata demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton, cada vez menos reacia a las apariciones públicas ahora que han pasado casi ocho meses -bañados en chardonnay, tal y como ella misma confesó- de su inesperada derrota frente a Trump.

«Pensé que era un mensaje secreto para los rusos», ironizó Clinton en una entrevista con la periodista Kara Swisher.

Luego, Clinton, dijo que «covfefe» forma parte del «circo» de la Casa Blanca, un movimiento «clásico entre autoritarios» que pretendía «influir en la realidad» de la gente.

«Quizás durante un minuto te olvides de las últimas acusaciones sobre ellos conspirando con los rusos o que privarán a 23 millones de personas de seguro médico», añadió.

Lo cierto es que buscado o no, por un día Washington -casi- dejó de lado la trama rusa y evidenció su nueva realidad, la de un presidente que marca la agenda política a golpe de tuit, ya sea con sus arremetidas contra la prensa, sus desafíos a aliados y enemigos o un «covfefe» cualquiera.

El recorrido de «covfefe» terminará seguramente este jueves, opacado por el anuncio de Trump sobre la permanencia o el muy presumible retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. EFE

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