EFE

El coronavirus ha causado ya la muerte de al menos 15 personas en Irán, la cifra más alta fuera de China, y entre los contagiados figuran el viceministro de Salud y un diputado, lo que ha elevado si cabe aun más la alarma en el país.

El Ministerio de Salud informó este martes de que se habían registrado 34 nuevos casos de contagio, de los que tres pacientes habían fallecido, aumentando las cifras oficiales a 15 muertos de los 95 infectados.

Sobre los nuevos contagios, el portavoz de Salud, Kianush Yahanpur, precisó en un comunicado que la mayoría corresponden a las provincias de Qom (19) y Teherán (9), aunque también se han diagnosticado casos en Fars, Mazandarán, Guilán, Alborz y en la isla de Qeshm.

Para ayudar a las autoridades iraníes a poner en marcha las medidas de contención necesarias, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido enviar una misión científica a Irán, que está previsto llegue en esta jornada.

UNA TASA DE MORTALIDAD MUY ELEVADA EN IRÁN

Según la OMS, se ha logrado determinar que en la ciudad china de Wuhan, lugar donde se originó la epidemia, la tasa de mortalidad ha sido hasta ahora de 2,4 %, mientras que fuera de esa jurisdicción se reduce al 0,7 %.

Sin embargo, en el caso de Irán, si son reales las cifras de contagios y fallecimientos, esta tasa es a día de hoy del 15 %, lo que lleva a pensar que el balance de enfermos no es correcto, más después de que el diputado de Qom, epicentro del virus en Irán, denunciara que en su ciudad han muerto al menos 50 personas.

El propio responsable de la Universidad de Ciencias Médicas de la ciudad de Mashad, Mohamad Yavad Dehqan Nayerí, explicó que si Irán ha alcanzado una tasa tan elevada es porque «solo se conoce el número de personas que están en la fase grave de la enfermedad».

De hecho, ayer circuló en las redes sociales una supuesta carta del ministro de Salud, Said Namakí, en la que presentaba su renuncia por la rápida propagación del coronavirus y apuntaba que los muertos en el país ascendían a 468 y los contagiados a 9.761.

Namakí negó la veracidad de la carta y de esos datos, y aseguró que sigue en el cargo, pero todas estas noticias y la desconfianza de gran parte de la población hacia las autoridades han provocado alarma.

EL CORONAVIRUS ALCANZA A LAS AUTORIDADES

Dentro del Ministerio de Salud también se ha dado al menos un caso de contagio. El viceministro Iraj Harirchi informó este martes en un vídeo de que ha contraído la enfermedad COVID-19.

«Desde ayer tenía fiebre, mi primera prueba a última hora de anoche salió positiva y desde entonces estoy aislado. Hace unos minutos me confirmaron que la prueba final también ha dado positivo», explicó Harirchi en un vídeo.

Ya está recibiendo tratamiento y su estado «en general no es malo», indicó el propio viceministro, quien subrayó que con el esfuerzo de todas las autoridades se tendrá «éxito en la lucha contra este virus en las próximas semanas».

También está contagiado el diputado reformista Mahmud Sadeqí, quien se mostró menos optimista que Harirchi. En un mensaje en Twitter confirmó su enfermedad y dijo que tiene «pocas esperanzas» de sobrevivir.

La confesión de Harirchi ha despertado las críticas entre los periodistas, ya que el viceministro ofreció ayer una rueda de prensa sin mascarilla y en esta jornada varios reporteros afirmaron no encontrarse bien.

Esa rueda de prensa no fue cancelada, pero sí se suspendió ayer la del Ministerio de Exteriores, una medida adoptada también para eventos deportivos y culturales y en las escuelas y universidades, que permanecen desde hace dos días cerradas.

COMPRAS COMPULSIVAS

El habitual bullicio de Teherán ha desaparecido debido a los temores al contagio, que han motivado que los medios de transporte público estén prácticamente vacíos, así como los restaurantes y las cafeterías.

No ocurre lo mismo con los supermercados, adonde los ciudadanos están acudiendo en masa desde ayer para comprar de forma compulsiva productos no perecederos como conservas, pasta y arroz, y también provisiones de carne y pollo.

«Si continúa este ritmo de compras, se nos van a acabar los productos, ya que las empresas no nos están suministrando suficiente cantidad», se lamentó a Efe Ahad, empleado de un supermercado del norte de Teherán.

Los ciudadanos se preparan para encerrarse en casa, ya que las autoridades también han recomendado que en la medida de lo posible se trabaje desde los hogares y, además de las escuelas y universidades, están clausurados otros centros de enseñanza.

Hasan, un ingeniero informático de 33 años, explicó a Efe que las clases que impartía en una institución privada han quedado canceladas «al menos durante toda esta semana».

«Prefiero quedarme en casa y si pudiera me iría de Irán», comentó este joven, aludiendo a las dificultades existentes ahora para salir del país debido a la decisión de Turquía, Irak, Pakistán y Armenia de cerrar sus fronteras terrestres y la suspensión de vuelos a Teherán de la mayoría de las aerolíneas.

Marina Villén

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Redacción Minuto30

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