Empujados por la inflación que azota Argentina, los billetes de 5 pesos, diezmados en su valor (menos de 9 céntimos de dólar al cambio), dejarán de poder usarse en el país el 31 de enero, lo que desató una carrera por deshacerse de ellos en la que cabe el arte y el coleccionismo.

Ese es el día fijado por el Banco Central (BCRA) para que los billetes dejen de usarse, aunque podrán ser canjeados en bancos hasta el 28 de febrero, cuando desaparecerán y se convertirán definitivamente en otra de las víctimas de la inflación, que llegó al 53,8 % en 2019, según anunció esta semana el Instituto de Estadística y Censos.

La medida tiene sus detractores y la Cámara Argentina de Comercio y Servicios pidió mantener seis meses más los billetes ante la escasez de monedas de 5 pesos en circulación, que son las llamadas a sustituirlos en el día a día.

LA CARRERA POR DESHACERSE DEL BILLETE

Nadie en Argentina quiere que llegue el 1 de febrero y en su cartera haya un billete de 5 pesos, por lo que los consumidores intentan deshacerse de ellos en cada compra y los establecimientos devolverlos cada vez que deben dar cambio.

Pese a que esta desaparición fue anunciada el pasado primero de agosto y el BCRA lleva retirados más de 50 millones de billetes de 5 pesos, aún quedan 459,6 millones circulando entre las manos de los argentinos.

Las operaciones para deshacerse de este papel moneda se intensifican conforme se acerca la fecha límite y el asunto empezó hace unos días a convertirse en broma recurrente en las redes sociales, que se llenan de gente lamentando conservar alguno de estos billetes o ingeniosos comentarios sobre cómo deshacerse de ellos.

La situación ha llegado a tal punto que el propio órgano de defensa de los consumidores en Buenos Aires advirtió a los establecimientos que no acepten billetes de 5 pesos que se exponen a sanciones, tras recibir numerosas quejas de ciudadanos a los que no les dejaban pagar con estos.

COLECCIONISMO Y ARTE

Mientras muchos guardarán alguno de sus billetes de 5 pesos como recuerdo, otros quizá lo harán con la idea de, dentro de unas décadas, poseer un raro objeto de colección.

El secretario del Centro Numismático de Buenos Aires, Fernando Perticone, limitó en una entrevista con Efe las esperanzas de quienes prevean vender sus billetes viejos por una pequeña fortuna en el futuro y señaló que los de más alta denominación suelen ser los que alcanzan «mayor valor» con el tiempo.

No obstante, Perticone aseguró que, entre los billetes de 5 pesos, unos son más raros que otros, por los que algunos podrían tener un valor mayor con el transcurso de los años.

Es el caso de aquellos que son «parte de una reposición, de una tirada corta o firmados por algún funcionario que estuvo poco tiempo en su cargo».

La ONG Haciendo Lío también desarrolló una campaña para que los argentinos donen los billetes de 5 pesos para la realización de obras de arte con ayuda de artistas que luego serán subastadas.

La campaña de la organización dirigida por José Bergoglio, sobrino del papa Francisco, colocará urnas hasta el 28 de febrero en varias ciudades de Argentina con la intención de recaudar la mayor cantidad de papel moneda.

ASÍ DESAPARECE UN BILLETE

El billete de 5 lleva existiendo desde la reinstauración del peso en lugar del austral en 1992, cuando se aprobó el sistema de convertibilidad y cada peso pasó a equivaler un dólar, tras la hiperinflación de finales de los años 80 y comienzos de los 90.

A la inflación hay que sumar la devaluación que sufrió la divisa argentina desde abril de 2018 ya que, mientras que en esa fecha la divisa estadounidense equivalía a unos 20 pesos, a día de hoy equivale a 63, según el estatal Banco Nación.

A esto se le añade un impuesto del 30 % aprobado por el nuevo Gobierno de Alberto Fernández -que sustituye al de Mauricio Macri (2015-2019) tras ganarle en las elecciones de octubre pasado- para comprar dólares, por lo que en la práctica vale 81,86 pesos, lo que empuja a los ciudadanos a comprar en la plaza informal, como por ejemplo el llamado dolar ‘blue’, que cuesta 77,75 pesos.

En sus inicios, 5 pesos (o dólares) permitían comprar cosas como un kilo de carne o cinco litros de gasolina, y ahora es el precio que suele tener un botón.

El billete de 5 pesos no es el primer papel moneda que se cobra la inflación recientemente, ya que en 2018 también desapareció el de 2 pesos.

Con la retirada de aquellos ocurrió algo similar a lo que pasa actualmente y 45 comercios de Buenos Aires fueron sancionados por no aceptar esos 2 pesos hasta el último día, con multas recaudadas por un total de 455.000 pesos (7.200 dólares).

José Manuel Rodríguez

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Redacción Minuto30

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