Defensores y detractores del expresidente colombiano Álvaro Uribe se encontraron este martes cara a cara al frente del Palacio de Justicia, en el centro de Bogotá, donde el exmandatario asiste a una indagatoria por un proceso en su contra por presunto fraude procesal y soborno de testigos.

A lado y lado de la calle 12, en la que está una de las entradas del Palacio, decenas de personas se apostaron para mostrar su apoyo o rechazo a Uribe, senador del partido oficialista Centro Democrático (derecha), que llegó a las 7.45 hora local (12.45 GMT) fuertemente escoltado por su equipo de seguridad.

El caso de Uribe, que fue presidente de 2002 a 2010, comenzó en 2012 cuando denunció por presunta manipulación de testigos al senador de izquierdas Iván Cepeda, que preparaba entonces una denuncia en el Congreso contra el expresidente por supuestos vínculos con el paramilitarismo.

Sin embargo, el año pasado la Corte Suprema de Justicia no encontró méritos, cerró la acusación contra Cepeda y decidió iniciarla contra Uribe, pues consideró que las pruebas eran suficientes para abrir una investigación formal.

De esta forma se convirtió en el primer expresidente que responde a un proceso penal en ese tribunal ya que por tener fuero de senador su caso queda fuera de la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que es la que se ocupa de los procesos a jefes de Estado y exmandatarios.

A la diligencia asistieron unas decenas de antiuribistas que exhibieron una valla con la frase «No más impunidad» y pedía a la Corte que envíe al expresidente «a la cárcel».

También hicieron batucadas y llevaron esqueletos de papel con fotografías de víctimas del conflicto armado colombiano, así como otro cartel que rezaba: «No más Uribe, no más corrupción».

A ellos se sumaron estudiantes en las calles aledañas que no pudieron acercarse hasta la entrada del Palacio por un bloqueo policial.

Quienes estaban adentro comenzaron a gritar «que pasen, que pasen» mientras que la Policía resistía la embestida de los manifestantes que trataron de romper, sin éxito, la barrera humana.

Por su parte, los uribistas llevaron una enorme bandera de Colombia que extendieron al frente de la entrada del Palacio de Justicia, mientras hacían ruido con cornetas y alzaban folletos en los que se leía «Inconsistencias en el caso contra Álvaro Uribe Vélez».

Incluso, una monja que dijo venir de Medellín, la ciudad natal de Uribe, tomó un megáfono para decir que al expresidente «lo persiguen porque es un hombre inteligente».

«¡Qué viva!», expresó la monja de forma airada y luego sus acompañantes la siguieron en coro ante la mirada de decenas de periodistas que cubren la indagatoria y de los policías fueron desplegados en la zona céntrica de Bogotá para evitar desmanes.

Al lugar también llegó la senadora Paloma Valencia, compañera de bancada de Uribe, que dijo a periodistas que confían en la inocencia del exmandatario.

«Esperamos que todo le salga muy bien al presidente, (estamos) confiados de su inocencia y sobre todo seguros de que las instituciones colombianas van a cumplir el deber de darle tranquilidad al país, de que la Justicia funciona», afirmó la congresista.

Otra manifestación de uribistas tiene lugar en el Parque Nacional, en el sector de Chapinero, para manifestar apoyo a su líder.

«Uribe, amigo, el pueblo está contigo», corean los manifestantes, que empezaron su concentración con el himno nacional.

EFE

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