El presidente Iván Duque (d), y su vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez (i)

El Gobierno colombiano valoró este viernes que Estados Unidos haya certificado al país suramericano en su lucha contra las drogas porque reconoce el trabajo desarrollado contra los cultivos ilícitos por el país.

«Colombia fue certificada en la lucha contra las drogas. Es el reconocimiento a quienes, con toda valentía, a diario trabajan para acabar con los cultivos ilícitos. Es un gran logro y nos anima para continuar con este compromiso de futuro», escribió el ministro de Defensa, Guillermo Botero, en Twitter.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el jueves en la noche la certificación de Colombia como un país comprometido con la lucha contra las drogas.

En el caso de Colombia, Trump alabó a su homólogo Duque por el «rápido progreso en la reducción de los niveles récord de cultivo de coca y producción de cocaína heredados de su predecesor».

También por liderar el reinicio del polémico programa de fumigación aérea de cultivos de coca que suspendió el entonces presidente Juan Manuel Santos.

En otro mensaje el ministro Botero agregó que «frenar el crecimiento de los cultivos ilícitos, gracias a nuestra fuerza pública y bajo el liderazgo del presidente Iván Duque, nos permite vislumbrar un horizonte optimista para la meta de 5 años».

También agregó que «el apoyo de la comunidad internacional es fundamental para mantener esta lucha».

La tendencia de crecimiento de los cultivos de coca en Colombia se frenó en 2018 pero la cifra de hectáreas sembradas sigue en máximos históricos pese a que pasó de 171.000 en 2017 a 169.000 el año pasado, según un informe de la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC) divulgado el viernes pasado.

Esos índices han generado fricciones entre Estados Unidos y Colombia, socio estratégico en Suramérica, que ha llevado al presidente Trump a reprochar en varias ocasiones la situación e incluso a criticar a Duque por su política antidrogas.

Es por eso que el representante de la UNODC, Pierre Lapaque, celebró, al presentar el informe en Bogotá junto al presidente Duque, que la tendencia se haya «interrumpido», aunque señaló que los cultivos siguen en niveles históricos por «un efecto de compensación».

Según el informe, la coca se redujo en nueve departamentos pero los incrementos en (los departamentos de) Norte de Santander (fronterizo con Venezuela), Bolívar (norte) y Cauca (suroeste) compensaron esta reducción.

Algunas de las zonas críticas son los municipios de El Tambo y Argelia, en el departamento del Cauca; de La Gabarra, en Norte de Santander, y de Tarazá y Valdivia, en Antioquia.

El Gobierno asegura que una de las formas para reducir esa cifra es la aspersión aérea de glifosato, un potente herbicida cuyo uso para erradicar los sembradíos de coca está suspendido desde 2015 por una sentencia de la Corte Constitucional colombiana que lo ordenó luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo incluyera entre los plaguicidas que pueden causar cáncer en humanos.

Sin embargo, ese fallo -revisado el mes pasado por solicitud del Gobierno y tras lo cual la Corte reiteró la competencia del Consejo Nacional de Estupefacientes para decidir sobre la reanudación de las aspersiones- señala que no se puede fumigar en Parques Nacionales Naturales, reservas naturales, páramos o cerca a yacimientos de agua.

También existe una restricción para las regiones fronterizas después de que Ecuador demandara a Colombia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, por los efectos que tenían sobre su territorio.

Pese a ello, el presidente Duque ha manifestado que esa debe ser una de las herramientas de la «política de carácter integral» del Gobierno para enfrentar este problema, que incluye además la sustitución, la erradicación, el desarrollo alternativo y el pago por servicios ambientales, entre otros. EFE

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Redacción Minuto30

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