Mientras que en los últimos años, casi la mitad de los estados norteamericanos ha legalizado el uso de la marihuana terapéutica e incluso algunos, como Washington, Colorado y Alaska, han regularizado su uso, "Latinoamérica sufre las bajas de una guerra que interesa a los Estados Unidos", afirmó Mejía. EFE/Archivo

El presidente de la Comisión Asesora sobre Política de Drogas del Gobierno de Colombia, Daniel Mejía, afirmó hoy en Río de Janeiro que existe una «sensación de frustración en su país» ante la creciente regularización del consumo de marihuana en Estados Unidos.

Mientras que en los últimos años, casi la mitad de los estados norteamericanos ha legalizado el uso de la marihuana terapéutica e incluso algunos, como Washington, Colorado y Alaska, han regularizado su uso, "Latinoamérica sufre las bajas de una guerra que interesa a los Estados Unidos", afirmó Mejía. EFE/Archivo

Mientras que en los últimos años, casi la mitad de los estados norteamericanos ha legalizado el uso de la marihuana terapéutica e incluso algunos, como Washington, Colorado y Alaska, han regularizado su uso, «Latinoamérica sufre las bajas de una guerra que interesa a los Estados Unidos», afirmó Mejía. EFE/Archivo

«Existe una sensación de frustración en Colombia ante el hecho de ser constantemente presionados a usar la fuerza para afrontar el problema de las drogas, mientras que en otros países se produce un proceso de regularización y legalización», dijo Mejía durante un debate sobre el asunto.

El asesor colombiano abordó el problema durante la celebración de la conferencia sobre reformas en la política de drogas organizada por la Open Society Foundation, que busca la regularización del uso de estupefacientes como alternativa a una política de represión que, según la fundación, se ha mostrado ineficaz hasta el momento.

Mientras que en los últimos años, casi la mitad de los estados norteamericanos ha legalizado el uso de la marihuana terapéutica e incluso algunos, como Washington, Colorado y Alaska, han regularizado su uso, «Latinoamérica sufre las bajas de una guerra que interesa a los Estados Unidos», afirmó Mejía.

Para Mejía, «Colombia y Estados Unidos han gastado aproximadamente 1.200 millones de dólares anualmente en el Plan Colombia y sí, se han reducido la violencia y los secuestros, pero no se ha frenado la plantación de coca».

Además, según informó el también director del Centro de Investigación sobre drogas y Seguridad de la Universidad de los Andes, «los programas de fumigación han provocado daños a la salud de la población, como abortos y dermatitis».

Ante esta perspectiva, el asesor aboga por un cambio en la política represiva contra las drogas y buscar la solución en el camino de la regularización, ya que de todas maneras «el mercado e las drogas está regulado por los criminales», que son los que «ganan con la prohibición».

«Tenemos que dar pasos adelante en Colombia y no tenemos porque pedir permiso a los Estados Unidos», concluyó Mejía durante su intervención en el foro. Río de Janeiro, 22 abr (EFE).

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