Asesinado vigilante del Hospital de Itagüí, en Robledo Miramar. Fotos

Minuto30.com .- La madrugada del 1 de enero de 2014 llegó para Medellín con más violencia; dos asesinatos registrados en la madrugada dan cuenta de que en la ciudad la inseguridad no solo es una percepción.

La violencia en Medellín no para, y es que 919 muertos registrados oficialmente por las autoridades durante el 2013, no es que hagan que la seguridad de la ciudad sean muy brillante. Y el inicio del 2014 no da señales que los datos mejoren.

El 2014 inicia para la ciudad con nuevos homicidios y es que a las 5:45 de la madrugada del 1 de enero, cuando las luces del amanecer llegaban fue asesinado Mario Alberto García Montoya de 27 años, quien se desempeñaba como vigilante en el Hospital San Rafael de Itagüí.

En la carrera 80 con la calle 92, barrio Robledo Miramar, en el sector conocido como ‘La Loma de Los Negritos’, el joven, oriundo de Cali, se encontraba festejando el año nuevo con su familia cuanso salió a saludar a algunos conocidos, en ese momento dos sujetos en moto pasaban por el lugar.

Uno de ellos se bajó para propinarle una herida con arma blanca a García Montoya, quien trató de correr; fue allí cuando el otro ocupante de la moto desenfundó un arma de fuego disparándole en varias oportunidades en cabeza y espalda.

Los asesinos huyeron del lugar, mientras que la familia cubría el cuerpo de la víctima con una sábana, a la espera de las autoridades para realizar el levantamiento del cadáver.

Familiares y amigos de Mario Alberto García Montoya no salen del asombro, pues según cuentan que el joven caleño no tenía enemigos y por el contrario era muy amable, buen muchacho y muy trabajador. Le sobrevive su compañera sentimental, con quien compartía su vida bajo unión marital de hecho; la pareja no tenía hijos.

En Castilla

En hechos aislados, la mañana de este 1 de enero se registró otra muerte violenta con arma de fuego, por parte de sicarios que en moto atacaron a un hombre de entre 40 y 45 años.

La víctima se movilizaba en una moto de un vecino, cuando en la carrera 71 con la calle 95A, noroccidente de Medellín recibió varios impactos de bala desde una moto con dos ocupantes, los cuales desaparecieron del lugar sin rumbo conocido.