Cortesía

Foto cortesía de Caracol


Los venezolanos llegaron a Santa Marta, Magdalena, con una nueva modalidad de brujería que consiste en la quema de imágenes religiosas.

Desde que se divulgó un vídeo de la Virgen de Santa Marta, ubicada en la entrada del rodadero, quemándose «sola», las autoridades comenzaron una investigación y se desmanteló la pelea que hay entre brujos y hechiceros venezolanos en la tierra samaria.

Una reconocida hechicera venezolana que llegó a Santa Marta habló con Caracol Radio que explica que «hay una carta de servicio para los clientes el cual puede escoger con quien desea hacer el trabajo de brujería que requiera».

“Yo presento todos los servicios que ofrezco y el cliente decide con cuál de los Santos quiere hacer el trabajo. Lo cierto es que los más solicitados son los integrantes de las Tres Potencias, que están denominados como el Negro Felipe, La Reina María Lionza y el Indio Guaicaipuro”, explicó la venezolana.

Para los hechiceros venezolanos, el «Negro Felipe» es un collar para la protección de los jóvenes que comienzan prematuramente en el mundo de la delincuencia, esté es un collar parecido a un denario, pero de color negro, cuesta alrededor de 80 mil pesos y se vende como «pan caliente» y debe ir acompañado de un altar junto a una velación permanente.

Según Caracol Radio, en Santa Marta han abierto al menos 50 espacios de brujería y hechicería de propietarios hechiceros y brujos venezolanos.

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