El Movimiento de Crímenes de Estado de Colombia (Movice) cumplió hoy diez años de lucha para conseguir que el Gobierno asuma su responsabilidad en multitud de desapariciones, torturas y asesinatos cometidos por miembros de la Fuerza Pública en el marco del conflicto armado.

Transeúntes observan pancartas del Movimiento de Crímenes de Estado de Colombia (Movice) que conmemora 10 años de funcionamiento y que presentan, este 6 de marzo de 2015, un informe en el que se resume su trabajo en Bogotá (Colombia). EFE

Transeúntes observan pancartas del Movimiento de Crímenes de Estado de Colombia (Movice) que conmemora 10 años de funcionamiento y que presentan, este 6 de marzo de 2015, un informe en el que se resume su trabajo en Bogotá (Colombia). EFE

Una década después de unirse para obtener respuestas y que el país conociera la verdad, el colectivo hace balance y concluye que su éxito ha sido a medias, pues aunque el Estado admite su existencia consideran que le falta asumir responsabilidades, aseguró el colectivo en una rueda de prensa celebrada hoy en Bogotá.

«La memoria exige al Gobierno que reconozca su responsabilidad. No fueron manzanas podridas los que cometieron estos crímenes, fue una política de Estado«, dijo Luz Marina H. Contreras, integrante del colectivo.

Aún así, han conseguido importantes pasos en su reconocimiento como participar en los diálogos de paz que el Gobierno colombiano y las Farc mantienen en La Habana desde hace mas de dos años.

Los integrantes de Movice han sido escuchados en Cuba con el mismo nivel de reconocimiento que tuvieron las víctimas de la guerrilla y de los paramilitares que hablaron cara a cara con los negociadores.

Pero si hacen balance de sus diez años, Movice contabiliza 678 actos de hostigamiento entre amenazas y ataques físicos en su contra, y afirman que sufren desde el inicio de su actividad «una fuerte campaña de estigmatización proveniente del mismo palacio presidencial«, según un comunicado de la organización.

Entre esos ataques destacaron el asesinato el pasado enero de Carlos Pedraza, perteneciente al movimiento, así como el de Ever López, otro compañero cuyo cadáver se encontró ayer en el departamento del Meta (centro).

«La información que tenemos es que este hecho fue perpetrado directamente por la Fuerza Pública«, sostuvo Álvarez, que instó a redoblar esfuerzos para que este y otros colectivos «tengan garantías» a la hora de desempeñar su labor.

Como reto a futuro, además de su reconocimiento, enfrentan la ampliación del polémico fuero militar, una reforma que actualmente se debate en el Congreso y que, de aprobarse, otorgará mayores competencias a los tribunales castrenses.

La posibilidad ha sido criticada fuertemente por algunas ONG internacionales, como Human Rights Watch (HRW), que consideran que esta reforma busca «blindar a los militares» acusados de graves violaciones a los derechos humanos, como ejecuciones extrajudiciales.

«Es terrible esta noticia, porque ya hemos tenido impunidad (para los militares) con el régimen que existe«, afirmó Álvarez.
Para celebrar su décimo cumpleaños, Movice ha desplegado en Bogotá una «galería de la memoria» en la que muestran «varios actos de barbarie que ha sufrido el pueblo colombiano«, según explicó Contreras.

No será el único acto de conmemoración, ya que el colectivo tiene previsto realizar próximamente un «taller de protección» y convocar a todos sus miembros en un gran encuentro nacional programado para julio. Bogotá, 6 mar (EFE)

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