PREPARATIVOS PARA LA FINAL DE LA LIGA DE CAMPEONES

PREPARATIVOS PARA LA FINAL DE LA LIGA DE CAMPEONES

En mayo de 1998 cuando el Real Madrid aterrizó en el aeropuerto de Schiphol de Amsterdam, enfiló la salida siguiendo los pictogramas que indicaban el camino hacia el exterior donde les esperaba un autobús.

La famosa tipografía del diseñador holandés Paul Mijksenaar, referente mundial de la información visual, llevó al Real Madrid con Jupp Heynckes al frente, hasta el aparcamiento, donde casualmente al lado esperaba también el bus de la Juventus, que minutos después aterrizaba procedente de Turín con Zidane y Paolo Montero comandando la expedición italiana. No coincidieron ambos clubes de milagro.

El Madrid en aquella época no barajaba aún la opción de contar en el extranjero con su bus que usaba todos los días en España. Alquiló uno en Holanda. Sin lujos. Pero la Juve sí. Desplazó por carretera a su conductor, mientras el equipo volaba en avión y allí en Amsterdam, casi en la escalera del avión, esperaba aquel bus impecable, con su logo de la Juve, sus grafías espectaculares. Con aroma de campeón, con poderío.

En aquel momento, en mercadotecnia, la Juve ganaba 1-0 al Madrid. En el campo no fue así. Pedja Mijatovic dio al Madrid la Séptima. Durante la final en el Amsterdam Arena, en un duelo con Di Livio, Pedja vio que en su mano tenía pintado un 1 y un 0 separados por un punto. Mijatovic pensó que era una cábala, un 1-0 quizás. Un resultado. Pero no. Años después, siendo los dos jugadores del Fiorentina, Pedja le preguntó por el famoso ‘tatuaje’. Di Livio lo confesó todo. Aquello era un 1 millardo de liras, -500.000 euros de ahora- según Pedja, la prima descomunal que tenía el equipo por ganar la Champions al
Madrid. Di Livio, cada vez que se cansaba, se miraba la mano, veía la cifra y no paraba de correr. Los dígitos le daban alas. Manolo Sanchís levantó la Copa. Era tan favorita la Juve que el Madrid no tenía champán. Se lo pasó su rival desde el otro vestuario. Y el Madrid lo pagó, por cierto.

Al llegar a Madrid, con la Copa de Europa en el bolsillo, Lorenzo Sanz y Juan Onieva, presidente y vicepresidente, decidieron renovar el bus y por supuesto desde entonces la empresa que lleva al equipo -Esteban Rivas-, espera a la plantilla en cualquier rincón de Europa. Un gesto de grandeza.

Este viernes, en Gales, la Juve tuvo su bus en Cardiff procedente de Turín como antaño. Y el del Madrid, el bueno, también estaba listo. Esperando a Zidane, a sus capitanes Sergio Ramos y Marcelo y Cristiano Ronaldo, los primeros en bajar juntos del avión en Cardiff.

Esta vez, a diferencia del 98, el Madrid es mucho más grande, factura 620 millones de euros al año con Florentino Pérez. La Juventus, 341. Casi el doble. El Madrid es más favorito. Llega con el aura de ganador, pero con respeto a una Juve que sabe competir, con Buffon, sus tres centrales firmes -Chiellini, Bonucci, Barzagli-; el vértigo de Dani Alves, la clase de Dybala y el gol de Higuaín. Para el Pipa es el partido de su vida. Cuenta Fabio Capello que en el Madrid, Higuaín jugaba para divertirse. Y que en la Juve ha aprendido a jugar para ganar. Otro mundo. Este sábado en Cardiff, se revive una final apasionante.

EFE/Luis Villarejo

Author Signature
Redacción Minuto30

Lo que leas hoy en Minuto30... Mañana será noticia.

  • Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio