Un mundo hiperconectado

Expertos hablan sobre las implicaciones de involucrar en exceso la tecnología en la vida diaria. Acortar distancias y brindar información a un generoso número de personas, son algunas ventajas de Internet, herramienta que cada vez llega a más poblaciones del mundo.

Sin embargo, la inversión excesiva de tiempo en redes sociales como Facebook, Twitter y Whatsapp ha ocasionado múltiples efectos sociales, que vale la pena tener en cuenta como parte de la evolución tecnológica.

Según Juan Carlos Vives, máster en tecnología educativa de la Universidad El Bosque, “desde hace un par de años, la información ha venido mutando y las sociedades han ajustado su modelo de desarrollo. La evolución tecnológica se ha dado en tres grandes olas: en la primera, el dueño de la información era quien tenía el poder o la verdad; en la segunda, se buscó generar conocimiento e información para aprovecharla al máximo y en la tercera, en la que vivimos actualmente, se ha empezado a trabajar con el conocimiento, es aquí donde aparecen las redes sociales”.

En esta tercera ola, se propone que las personas participen activamente en la sociedad, esto debido a que la tecnología ha permitido sincronizarse de manera clara con personas de todo el mundo, intercambiar información con otras culturas y conocer datos sobre su estilo de vida.

Nelson Cubides, consejero en temas de educación, afirma que dentro de las ventajas de la tecnología, está que permite tener interconectividad, es decir, no hay necesidad de desplazarse de un lado a otro, es posible realizar un mayor número actividades en menor tiempo, se pueden hacer videoconferencias desde la casa y saber de los amigos a través de los chat grupales”.

Otro punto a favor, es que las personas pueden trabajar desde sus casas, pueden capacitarse y hacer cursos, carreras universitarias, posgrados vía online, además de participar activamente en temas del gobierno, conocer más sobre la ley, políticas públicas, movilizarse y reaccionar frente a ciertos temas a fin de ser cada vez más partícipes y democráticos.

¿Qué sucede con WhatsApp?

El ritmo de la sociedad obliga a las personas a sostener un ritmo de vida acelerado y cuando no sucede, éstas buscan qué hacer.
Por ejemplo, durante una reunión, cuando un sujeto se queda callado y desocupado, busca en qué ocuparse para sentir seguridad frente a la situación que se está viviendo. Es en este momento, cuando decide interactuar vía WhatsApp, una herramienta que para muchas personas resulta benéfica, pero que para otros es un causante de dependencia, similar a la que genera el consumo excesivo de tabaco y de alcohol.

Todos los excesos son malos

Vives, explica que una de las promesas de la tecnología, ha sido acercar a las personas para permitirles ser más libres, con menos necesidades de desplazamiento, mayor posibilidad para descansar y disfrutar de más actividades recreativas.

Sin embargo, con tanta innovación y creatividad, “el efecto ha sido contrario, porque la sociedad está cada vez más conectada, con problemas sociales como el incremento del estrés, el sedentarismo, la adicción al trabajo, problemas para relacionarse con los demás, entre otros”.

Estudios recientes en España, han demostrado que se han empezado a gestar nuevos modelos sociales como el síndrome de adicción a Internet, que pese a ser una herramienta de gran utilidad, las personas desarrollan ansiedad al no poder revisar sus correos, jugar online, ver noticias y revisar las redes sociales.

También se demostró que existen personas que incluso pierden la noción del tiempo y de su contexto real, en el peor de los casos, al desconectarse, intentan suicidarse. Recientemente, en Japón, por permanecer conectado durante mucho tiempo y no comer, un niño perdió la vida, por este motivo, se iniciaron investigaciones y se encendieron las alarmas frente al tema.

Diana Carolina Poveda, psicóloga clínica especialista en psicología de la salud del Instituto de Ortopedia Infantil Roosevelt, afirma que en términos de socialización, a las personas se les ve todo el tiempo conectadas, incluso cuando comparten con sus familias.

Es importante evaluar si la tecnología verdaderamente está mejorando la calidad de vida, si en lugar de ir a hacer ejercicio, compartir con la familia y amigos, las personas prefieren la conexión. ¿Será que se está gestando una generación individualista?

Fuente: MedPlus
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