La conquista es para los hombres su ‘arma letal’ sin embargo a veces se encuentran con actitudes femeninas que pueden llevarlos a enloquecer y querer llevarlas a la cama… en un instante.
Y es que la rutina del hombre conquistador puede ser sorprendida por mujeres que los «ponen en jaque»; dejándolos «locos» hasta llegar a perder el control de su «cordura sexual».
Aca encontrarás las actitudes que los harán perseguirte
Una mujer con acento: Un acento desconocido suele ser muy atractivo para los oídos de un hombre, y más cuando se escuchan con palabra coquetas e insinuantes.
Una mujer que admite que le encanta el sexo: Escuchar a una chica que le gusta el sexo, que lo disfruta, hace que se les venga a la cabeza a los hombres que las escuchan lo magnífico que pueden ser esas noches de pasión con la chica en cuestión.
Una mujer que conduce una moto: Aventura, rudeza y un traje ajustado que marca sus curvas hace que la chica se vea bastante sexy.
Una mujer con voz sensual: Una voz dulce y a la vez áspera, que se les quede grabada, esas voces coquetas que con una sola palabra hacen que les vuele la imaginación.
Una mujer con lindos senos: La mirada de los hombres se pierden siempre cuando encuentran un par de hermosos senos; una chica que tiene una buena delantera instantáneamente se convierte en deleite para la pupila masculina.
Una mujer con un buen trasero: Un bonito, redondeado y prominente trasero les roba la mirada, causando un efecto explosivo en el «interior» masculino.
Una mujer que tenga un parecido a una actriz porno: Si a la cita llega una mujer con un gran parecido con una actriz XXX, lo dejará sin dormir, esperando el momento de poder culminar esa candente fantasía.
Una mujer con labios carnosos: Un buen beso con una chica que tenga labios carnosos siempre será un deleité
Una mujer que hable sucio: Hablar sucio no es ser vulgar, es usar palabras «calientes» en el momento indicado. Esto los enloquece poniéndolos a pensar en lo que vendrá…
Una mujer que usa lencería sexy: Poder admirar a una mujer vistiéndo ropa interior sugestiva para después tener el gusto de quitársela, los pone a andar «por las nubes».