Indignación. No hay otra palabra para describir lo que sentimos los colombianos al saber que las Farc lanzaron como candidato presidencial a Timochenko y dieron a conocer sus listas al Congreso. Todo esto sin pasar por la justicia, sin contar la verdad y mucho menos reparar a sus víctimas.

Lo que el Gobierno y los “amigos de la paz” dijeron hasta el cansancio que no pasaría, hoy es realidad. Quienes teníamos reparos con los acuerdos de La Habana e hicimos campaña por el No en el plebiscito, lo advertimos y, sin el más mínimo asomo de vergüenza, nos llamaron mentirosos. No faltaron calificativos para nosotros, desde ‘enemigos de la paz’, pasando por ‘mano negra’, hasta ‘cizañeros’.

Dicen que el tiempo siempre da la razón al que la tiene, y en este caso, el tiempo se ha encargado de demostrar que teníamos razón. Desde el Presidente hasta promotores del Sí, dijeron que no habría impunidad. Hoy los miembros de las Farc están libres por todo el país, la JEP haciendo tránsito por el Congreso mientras la Corte Penal Internacional hace advertencias a la Corte Constitucional sobre impunidad latente en la norma.

Dijeron que las Farc repararían a sus víctimas, pero la lista de bienes para reparar que entregaron las revictimizó. Entregar pocillos, traperos y ollas fue una bofetada a los colombianos y en especial a las víctimas. Una muestra más de su ‘voluntad’ de paz. Dijeron que no les iban a dar sueldo a las Farc, y hoy vemos como reciben el 90% de un salario mínimo y dádivas, además de emplearlos en la UNP.

Santos, sus ministros y colaboradores dijeron que los responsables de delitos atroces de las Farc no tendrían elegibilidad política, y que los demás deberían pasar antes por la JEP. Hoy vemos a Timochenko como candidato presidencial, a Iván Márquez, Pablo Catatumbo y Jesús Santrich como candidatos al Congreso y en general a las Farc haciendo política, libremente, por todo el país.

Sí, causa indignación ver a Timochenko como candidato presidencial, pero es mas indignante ver hoy a promotores del Sí decir ‘eso no fue lo que prometieron’, ‘me engañaron’ o ‘’yo voté por la paz, no por ver a Timochenko presidente’. ¿Acaso no se leyeron el acuerdo? Para los que sí leímos y estudiamos a conciencia las 300 paginas de la negociación, era muy claro lo que iba a pasar.

Cuando decidieron pasar por encima del resultado del plebiscito, no modificar los puntos críticos y con una simple proposición en el Congreso aprobar lo acordado en La Habana, los ‘amigos de la paz’ le dieron vía libre a las injusticias que hoy vivimos y de las que muchos de ellos hoy se arrepienten. Qué daño tan grande le hicieron a la democracia tan sólo por llevarle la contraria a Uribe.

Los que mintieron diciendo que Timochenko jamás sería candidato presidencial hoy dicen que nunca será presidente. Esperemos, por el bien de Colombia, que eso sea cierto, pero sin haber pasado por la justicia, sin entregar todo el dinero producto de actividades ilícitas y con brazos ‘disidentes’ fuertemente armados, hay una aterradora y alarmante posibilidad que no puede dejar de preocuparnos. Por el bien de la patria esperemos que los colombianos tengamos memoria y no olvidemos los miles de crímenes que cometieron las Farc. Pero que luego no digan que no lo advertimos.

@andresportillo_

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Redacción Minuto30

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