© Photo Academia de Ciencias de Rusia

El módulo de descenso del satélite biológico Foton-M4, con lagartijas, moscas Drosophila, huevas de gusanos de seda, hongos y semillas de plantas terrestres, aterrizó este lunes en la región de los Urales.

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“El Foton-M4 y su alegre tripulación regresaron a la Tierra”, escribió en Twitter el viceprimer ministro de Rusia, Dmitri Rogozin.

Un portavoz de la Agencia Espacial Rusa, Roskosmos, comentó que los diminutos astronautas serán sacados dentro de poco de la cápsula en que viajaron al espacio y entonces se podrá ver cómo soportaron el vuelo.

El biosatélite Foton-M4 fue lanzado el 19 de julio. Ese mismo día se interrumpió su comunicación con la Tierra y se restableció solo el 26 de julio.

El programa biológico de la misión espacial incluía ocho experimentos científicos. El de lagartijas, los animales más grandes de la expedición, de unos 10 centímetros cada uno, suponía obtener una descendencia.

A pesar de que el satélite biológico no alcanzó la órbita proyectada, los experimentos se efectuaron de acuerdo con lo programado. Lo confirmaba la información telemétrica que estaba recibiendo el Centro de Control de Vuelos.

En particular, el objetivo del experimento con lagartijas consistió en comprobar cómo impacta la microgravitación en la conducta sexual y en el desarrollo de los embriones de la especie Phelsuma ornata, grabar en vídeo dicha conducta y la probable deposición de huevos y garantizar la probabilidad máxima de su supervivencia.

En la tierra se realizarán estudios histológicos, inmunológicos y histoquímicos para detectar posibles cambios estructurales y metabólicos sufridos por los organismos de los animales, especialmente en los huevos depuestos y los embriones. RIA Novosti

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