Reemplazar un diente que se ha caído va más allá de la estética. A nivel funcional, existen múltiples razones sobre porqué es muy importante suplir la dentadura que se pierde.

Cuando falta una pieza dental empieza a haber pequeños movimientos, fuerzas inapropiadas, que generan desórdenes, y que disminuyen la eficiencia a la hora de masticar: “No se va a tener un buen proceso de trituración de alimentos ni de deglución. La función masticatoria empieza a entrar en detrimento o se sobrecarga”; explica Carolina Olaya Álvarez, odontóloga y rehabilitadora oral adscrita a MedPlus. Entonces, comienzan las alteraciones de la mordida y la mandíbula, pueden empezar a tener problemas porque están trabajando en condiciones inadecuadas.

Por otro lado, se ocasiona un efecto de envejecimiento en el rostro, pues se pierde altura de la cara. Es allí cuando las prótesis dentales cobran vital importancia; son elementos artificiales que reemplazan los dientes perdidos devolviendo a los pacientes anatomía y función y estética.

Existen tres tipos, explica la especialista: las prótesis fijas, que son aquellas que se apoyan sobre los dientes para reemplazar las piezas que se han perdido; por ejemplo, las coronas. Las removibles, en las que se incluyen las cajas completas, y se diseñan para personas que tienen muy pocos o ningún diente, y que se pueden quitar en determinado momento. Y los implantes, que tienen un sistema de oseointegración o de agarre al hueso, a través de tornillos.
dientes med plus

Para las primeras, es recomendable hacer un control cada 7 o 10 años aproximadamente para valorar su estado y, en ocasiones, se recomienda el uso de placas protectoras para evitar un desgaste en la noche, con problemas usuales como el bruxismo. También son importantes los controles radriográficos y las consultas con el odontólogo, mínimo dos veces al año. Y se aconseja que las prótesis removibles deben tener un recambio, aproximadamente, cada 5 años.

Buena higiene

Para que las prótesis perduren y mantengan una buena calidad, es necesario asearlas adecuadamente. Si son removibles, se deben quitar después de cada comida, para lavar con cepillos especiales para prótesis o con uno que se utilice exclusivamente para esta tarea.

“No se recomienda el uso de crema dentales para lavar la prótesis removibles porque son algo abrasivas y pueden dañar la capa superficial de los materiales; se generan porosidades que se pueden ver relacionadas con la retención de placa bacteriana y la presencia de hongos”, dice Olaya. En estos casos, se puede usar una mínima cantidad de jabones líquidos, como los que se emplean para asear la piel, las manos o la loza.

Si aún el paciente tiene dientes, debe lavarlos con cepillo y crema dental; además, es vital asear la lengua. Se recomienda también, para la removible, que el paciente descanse de la prótesis, en la noche, para evitar la presión en los tejidos.

Esta se puede sumergir en agua o en pastillas efervescentes que también ayudan a limpiarla. Cuando la prótesis es fija, es importante el uso de cepillo y crema dental, y de enhebradores de seda para facilitar la higiene de la pieza por encima de la encía. Estos elementos también son útiles cuando la persona tiene implantes.


Fuente: MedPlus
Síganos en Facebook

Compartir:
  • Comentarios

  • Anuncio