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La ONU y la Defensoría del Pueblo alertaron que existe una crisis sanitaria infantil en el municipio de Riosucio, Chocó, donde las deficiencias en la asistencia han provocado la muerte de cinco niños indígenas desde el pasado diciembre.

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Los continuos problemas de este departamento, uno de los más pobres del país y que padece con especial dureza el conflicto armado, volvieron a ser resaltados hoy por el defensor del pueblo, Jorge Armando Otálora, y el representante en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Todd Howland.

En la evaluación, en la que también colaboró el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), se muestra «preocupación» porque, apuntaron los organismos, «a pesar de las alertas emitidas con anterioridad» la situación no ha cambiado.

«Persisten las barreras de acceso a la salud, particularmente para los niños, niñas y adolescentes, población que sigue registrando muertes por enfermedades prevenibles y curables», sostuvieron los representantes en una declaración.

De hecho, el recuento de menores fallecidos por enfermedades que en condiciones normales habrían sido curables asciende a 19 niños indígenas desde julio de 2013, cinco de ellos solo desde el pasado diciembre.

La situación sanitaria es especialmente grave en los resguardos indígenas, donde se evidencian «problemas de contaminación de agua, deficiencias en la manipulación de alimentos, parasitismo intestinal y desnutrición», entre otros.

La ONU y la Defensoría recordaron que estos problemas no son nuevos, por lo que su persistencia «evidencia grandes deficiencias para brindar prestaciones de agua y salud» adaptados a estas comunidades.

«No hay agua potable para nadie (…). Hoy en día el Estado está ausente», sostuvo Howland durante la rueda de prensa, en la que lamentó que, pese a que Colombia no es «un país pobre», la gente de Riosucio «vive sin recursos».

Otálora, por su parte, denunció que las instituciones reaccionan tarde ante esta problemática, un argumento que ya repitió el pasado septiembre, cuando anunció una «cruzada» contra los funcionarios que no atiendan los reclamos del los habitantes del Chocó.

Los organismos apuntaron además que el centro médico de Riosucio, localidad de 28.879 habitantes, «presenta graves deficiencias en la prestación de servicios y carece de los instrumentos, medicamentos y medios adecuados para la atención».

En este sentido, subrayaron que el 41% de la población «no es transportada para el acceso ambulatorio a la red de salud».

Los organismos encargados de elaborar el informe reiteraron que la salud es un derecho humano que debe garantizarse, y saludaron el esfuerzo de las comunidades indígenas y afrodescendientes para crear una Mesa de Salud en Riosucio. Bogotá, 3 mar (EFE).

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