Minuto30.com-. Más de un mes ha durado el calvario de Marcela. En un pasillo del piso 6 del Hospital General de Medellín, sin una cama, sentada en una silla, ella espera que finalmente la atiendan como debería ser.

denuncia atención

Pero eso no ha sucedido. La falta de un papel ha impedido que le brinden la atención necesaria. Padece de cálculo renales y debe ser intervenida quirúrgicamente.

Lo más grave del asunto es que la mujer tiene una bebé de 1 mes y medio de nacida, y según ella, lleva seis días esperando por un papel que falta para que la puedan operar.

«El 7 de agosto vine embarazada al Hospital General con un dolor, en ese momento no sabía que tenía cáculo renal. Me dijeron que era un capricho mío, que era un falso parto, que me fuera a caminar, que estaba muy bien», contó la señora.

«Me fui muy aburrida, y a la madrugada siguiente me tocó irme para el hospital de Manrique, a la Piloto, allá me dijeron que lo que me estaba jodiendo era un cálculo renal y que tenía los leucocitos en 20 mil. Me dejaron hospitalizada cinco días, tuve a mi hija por cesárea. Luego me dieron de alta y me tocó irme para la casa», narró Marcela.

Sin embargo, el dolor persistió y Marcela tuvo que volver el pasado viernes al Hospital General, para que le hicieran los exámenes respectivos. Desde eso hace que está hospitalizada, pero sin una cama y sentada en una silla del piso sexto, al frente de los ascensores, donde cada ocho horas le suministran el medicamento.

«Me habían ordenado una cirugía por láser y la remisión al General. Allá esperé, y ayer me dio por averiguar y me dijeron que faltaba que el doctor enviara el anexo 3. Hoy me dijeron que el urólogo no me podía ver porque mi remisión no aparecía en urología sino en cardiología», añadió.

Marcela contó que anoche fue una de las peores que ha pasado. «Vomitando, no tolero la comida, y sigo aquí en una silla alimentando a mi hija y recibiendo la droga cada ocho horas. En atención al usuario me dicen que la cosa está muy complicada, no hay respuesta alguna. Solo me dicen que por el Sisbén lo máximo que tendría que pagar es un millón 500 mil pesos. No tengo ese dinero, y menos voy a pagar por una hospitalización en la cual no me están atendiendo. Todo es por negligencia de ellos, porque les falta un papel».

Marcela espera una pronta solución a su situación, ya que cada día su estado de salud empeora y su hija y ella no pueden permanecer más esperando sentadas en una silla de un pasillo del hospital.

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