Los malos hábitos de alimentación al igual que el consumo de alcohol o el gusto por el cigarrillo pueden llevarlo a tener serios problemas de salud, que son prevenibles si controla estos factores de riesgo.

Con los años, el ritmo del día a día ha cambiado y esto ha provocado que los hábitos saludables de alimentación así como las costumbres sean remplazados, acarreando problemas de salud en las personas, las cuales se denominan enfermedades no transmisibles y constituyen más del 60 % de las causas de mortalidad, morbilidad y discapacidad actualmente, según un artículo publicado en el diario El País de España por José Manuel Cucalón Arenal y Alejandro Marín Ibáñez, profesores de la Cátedra SEMG de Estilos de Vida y Promoción de la Salud de la Universidad de Zaragoza. Existen unos factores de riesgo que las producen y que solo se revisan cuando se tiene un problema de salud. Allí nos damos cuenta de cómo influye nuestro estilo de vida.

Según los expertos, la mala alimentación, la obesidad, el tabaquismo, la presión arterial elevada, el sedentarismo y el estrés en exceso colaboran para la aparición de estas enfermedades no transmisibles. Incluso, muchos cánceres como el de pulmón, piel, estómago, colon y recto, ovario y mama, tienen una relación directa con estos factores de riesgo.

Según un estudio publicado en eldiario El País, de España, si controláramos estos factores provocados por hábitos insanos podríamos disminuir la morbimortalidad hasta en un 60 % y es ahí donde cobra especial importancia la alimentación.
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Prevención nutricional

Según Sandra Sandoval, nutricionista de MedPlus, hace unos años la gente dedicaba más tiempo a comer: “esto hacía que tuvieran hábitos de alimentación más definidos, además los alimentos tenían menos químicos y aditivos”, afirma.

Hoy, gran parte de los problemas de digestión, de hipoglicemia, colesteroles y triglicéridos altos son causados por los malos hábitos de alimentación: “lo vemos en personas que no se toman el tiempo de comer sino que simplemente no paran de trabajar”, asegura la experta.

Sin embargo, la alimentación no es lo único que se debe tener en cuenta en nuestro estilo de vida: “El estado de salud de cada ser humano depende de su condición física y sus antecedentes médicos: de su predisposición a la diabetes, a la obesidad o enfermedad coronaria”, dice la médica de MedPlus, quien afirma que, por ejemplo, según un estudio reciente hay más personas obesas en Colombia que en 2006, de hecho son el 50 por ciento de los colombianos, lo que lo convierte en un problema de salud pública y, por eso, en el mundo se ha considerado una de las epidemias del siglo XXI.

“Lo que pasa es que si comes mal- si no comes o si comes demasiado- no tienes la energía para trabajar, estás cansado, te sientes pesado, subir y bajar escaleras es un problema a nivel motor y en el estudio no rindes: Está comprobado que los niños desnutridos rinden menos que los que tienen la alimentación al día”, asegura Sandoval.

Pero es importante destacar que no todo es malo en esta época, una de las ventajas de la modernidad son los alimentos funcionales que no solo nutren sino que ayudan a tratar ciertas patologías, como por ejemplo la lecha deslactosada, para quienes sufren del colon, o las tortas endulzadas con fructosa, para los diabéticos.

El ejercicio sí es salud, no es cuento

Pruebas científicas y diferentes estudios han encontrado la influencia positiva de la actividad física sobre determinadas enfermedades. La investigación epidemiológica ha demostrado efectos protectores de diversa consistencia entre la actividad física y el riesgo de presentar varias enfermedades crónicas, que incluyen cardiopatía isquémica, hipertensión arterial, diabetes, osteoporosis, cáncer de colon y ansiedad y depresión, según lo revelaron José Manuel Cucalón Arenal y Alejandro Marín Ibáñez, profesores de la cátedra SEMG de Estilos de Vida y Promoción de la Salud, de la Universidad de Zaragoza. Así que la actividad física definitivamente es la cura contra el sedentarismo y además ayuda a evitar la obesidad.

Tenga en cuenta que…

Otros factores de riesgo en la morbi-mortalidad, que dependen de estilos de vida, son los accidentes de tráfico, la drogadicción, los contaminantes industriales o ambientales, la luz solar y la radiación.

¿Cómo tener una buena vida?

Según expertos, la mejor manera de ser saludables surge de la mezcla de seleccionar buenos productos y formar hábitos de alimentación en la infancia: “la gente no lo sabe pero la conducta nutricional se comienza a creer desde que el niño está en el vientre, con los alimentos que la madre consume”, aclara la nutricionista de MedPlus Sandra Sandoval.

Además hay que tener en cuenta que es importante desayunar, comer y almorzar con el tiempo adecuado; y se recomienda que se consuman alimentos fraccionados entre comidas, se tome suficiente agua, poca grasa saturada y mucha fibra. “Tener el peso justo produce buena autoestima y hay alimentos con endorfinas, así que también es bueno para el ánimo de las personas”, asegura la nutricionista. Un mayor consumo de frutas o verduras se ha asociado en la mayoría de los estudios epidemiológicos con un menor riesgo de cáncer de pulmón, de la cavidad oral, el esófago, el estómago y el colon.


Fuente: Revista MedPlus
ED 79

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