El mundo celebró la Semana de la Lactancia Materna para incentivar que las nuevas madres alimenten a sus bebés con el producto más completo que existe. Un millón de niños dejarían de morir cada año, protegidos por el alimento de mamá.

Casi todas las mujeres pueden lactar a sus bebés, a menos que problemas de salud se lo impidan. En general, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, todas las mamás necesitan dos elementos fundamentales para lograrlo: información y apoyo.

Para encontrar esas condiciones necesita ser guiada por el personal médico y respaldada por su familia; de lo contrario, puede ser una experiencia que no disfrutarán ni ella ni el bebé.

Por eso, para fomentar la información, el conocimiento, el respeto por las madres lactantes, y estimular a que cada vez más mujeres alimenten a sus hijos con su leche, se creó la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Aunque 170 países la celebran del 1 al 7 de agosto, en Europa se realiza la primera semana de octubre, para que no coincida con el descanso del verano y la campaña alcance a un mayor número de población.

En esta celebración, la OMS y Unicef realizan actividades para que las mujeres accedan a la información necesaria y se garanticen los derechos de las madres lactantes y de sus hijos.

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Falsas creencias

Alrededor de esta práctica existen muchas creencias erróneas que solo preocupan a las mamás. Es importante conocerlas y desmitificarlas. La Liga Internacional de la Leche nos ayuda a aclararlas:

1 No me baja lo suficiente: la leche no está en cada seno esperando a ser tomada, se origina cuando el bebé succiona. Si no se le pone al seno, no habrá producción.

2 Nunca hay que despertar a un bebé cuando duerme: los recién nacidos aún no tienen establecido el día y la noche. Por eso, si no se despiertan para comer, hay que despertarlo.

3 Hay que programar rutinas de alimentación desde el nacimiento: los comportamientos de los recién nacidos son reflejos; no quiere decir que estén desorganizados y haya que educarlos. Aún están muy pequeños.

4 Si el bebé no sube de peso, la leche de su mamá no es buena: aún las mujeres desnutridas son capaces de alimentar a los niños en las mejores condiciones. A veces esto sucede porque la mamá no lo alimenta a libre demanda, el bebé succiona mal o hay algún desorden orgánico.

¿Por qué recomendar la leche materna?

Son tantas las razones y casi ningún punto en contra, que es importante que los padres conozcan los beneficios que reciben tanto las mamás como sus hijos, con la práctica de la lactancia. Según la OMS, estos son algunas de esas ventajas:

  1. Mejora la salud de los bebés. Los protege de enfermedades infecciosas y crónicas.
  2. También ayuda a evitar alergias, afecciones de la piel, obesidad, desnutrición y problemas de peso en la adolescencia.
  3. El bebé recibe todos los nutrientes necesarios para su crecimiento.
  4. Previene la malnutrición. Al darle leche materna desde el primer día de vida, y de manera exclusiva durante los primeros seis meses, se salvarían anualmente entre 800 mil y un millón quinientas mil vidas cada año.
  5. Se reduce la mortalidad infantil por diarrea o neumonía.
  6. Fortalece el vínculo afectivo entre la madre y el hijo.
  7. Disminuye el riesgo de cáncer de seno y ovario en las mamás.
  8. Es gratis. Además, viene en un ‘empaque’ higiénico.
  9. Se ha comprobado que los niños que reciben leche materna tienen mayor coeficiente intelectual.
  10. Ayuda a bajar de peso a las mamás, pues con cada succión del seno se queman calorías.

Fuente: Revista MedPlus
ED 90
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