Según el Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales, una quemadura es “una lesión en los tejidos del cuerpo causada por el calor, sustancias químicas, electricidad, rayos solares o radiaciones”. También por líquidos calientes y vapor, incendios, líquidos, gases inflamables, inhalación de humo o partículas tóxicas.

Según la doctora Patricia González, jefe del pabellón de quemados del Hospital Simón Bolívar, es difícil saber cuántos pacientes por quemaduras existen en nuestro país. Sin embargo, asegura que “en nuestra entidad atendemos mil pacientes nuevos hospitalizados anualmente. De los cuales, el 40 por ciento son niños y el número cada vez es mayor en menores de un año”.

En Colombia, el mayor número de quemaduras se registra por líquido hirviente (agua, sopa o aceite); le siguen las causadas por llamas o incendios; en el tercer lugar, están las eléctricas y en el cuarto, gas, químicos o pólvora.

Tanto en los adultos como en los niños, las quemaduras son producto de accidentes. Sin embargo, en los infantes, existe un valor agregado y es que las lesiones ocurren por descuido de los padres que los dejan en manos de sus hermanos mayores o de un cuidador inexperto, que olvidan las ollas calientes, generalmente, con líquido en su interior. Un agravante cada vez más frecuente está en que los padres calientan agua para bañar a los niños y se les olvida añadir agua fría.

Según la doctora González, las quemaduras se pueden dividir en: primer grado, es decir que compete únicamente la capa externa de la piel; segundo grado, existe una afectación a la capa externa de la piel y la que se encuentra debajo de ella; tercer grado, dañan o destruyen la capa más profunda de la piel y los tejidos que se encuentran debajo de ella, por ende es el nivel más complicado de tratar. Otro factor de clasificación es la extensión de la herida, que se obtiene calculando el porcentaje del área corporal total.

La doctora González explica que los síntomas de las quemaduras son hinchazón, ampollas, dolor intenso y en los casos más severos, la pérdida de conocimiento y hasta la muerte.

Las quemaduras de primer y segundo grado suelen sanar sin injertos, basta con la aplicación de pomadas con antibióticos que ayudan a prevenir o tratar las infecciones, que se dan especialmente porque existe una afectación a la barrera protectora de la piel.

En el caso de una quemadura de tercer grado, se requerirán injertos de piel o sintéticos que cubran el tejido expuesto y estimulen el crecimiento de piel nueva.

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Primeras reacciones

Para el doctor Pedro Felipe Roa, cirujano plástico, la atención del paciente comienza en el mismo momento en el que se produce el accidente y es fundamental saber el agente causante.

1Por incendio: “Lo primero es evitar que el paciente salga corriendo, este debe lanzarse al suelo para rodar sobre sí mismo o envolverse con una cobija; salir agachado y tapar la boca y nariz con un trapo húmedo; se debe retirar prendas de vestir y en caso de quemaduras químicas, cortar la ropa para no lastimar la piel del paciente. Luego, lavar con agua fría”, reiteró el doctor Pedro Roa.

Es importante tener cuidado con los niños menores de 2 años, con quemadura extensa, porque se puede producir una hipotermia al lavar la herida con abundante agua. Los infantes se deben cubrir con una sábana limpia y llevarlos urgentemente a una institución de salud.

2 Por electricidad: apagar los controles (tacos) de la corriente, evitar tocar directamente a la víctima, retirar al paciente del centro de descarga con un objeto aislante de madera, y reanimarlo si deja de respirar.

3 Por agentes químicos: si la quemadura es producidapor agentes químicos, lo másimportante es el lavado de laherida con solución salina normalo con agua, por lo menos durante30 minutos.

La valoración médica inicial se basa en los antecedentes del accidente, los síntomas y signos físicos del paciente: control de la vía aérea, estado cardiovascular, déficit neurológico, examen de otras lesiones, y aporte de líquidos. Los objetivos de esta evaluación primaria están dirigidos a poder determinar las principales factores de riesgo que puedan poner en peligro la vida del paciente.

Adiós a los mitos

En nuestro país abundan las creencias erróneas sobre cómo tratar las quemaduras. Hay quienes dicen que lo mejor es aplicar crema dental; otros, jabón para lavar la ropa; y unos más, café o aceite. Sin embargo, los especialistas coinciden en que todo lo anterior está contraindicado.

Si se aplican sustancias diferentes al agua, las heridas se pueden complicar. Además, no se podrán realizar cirugías y menos injertos, en un área que en este momento se considera contaminada.

Si el tratamiento no es el adecuado, la quemadura se profundiza, se puede infectar o presentar fallas en la reanimación. Independiente de la herida, pequeña o grande, con o sin ampollas, se debe consultar a un especialista en el tema que evalúe la condición de la lesión.

¿A dónde acudir?

Aunque, hay que resaltar que lo más importante es la prevención de las quemaduras. En caso de emergencias, acudir al centro de salud más cercano. Según la doctora González, “todo el tratamiento a una quemadura lo cubre el POS (Plan Obligatorio de Salud). Sin embargo, cuando el paciente sale de la EPS, en la mayoría de los casos no recibe tratamiento oportuno. Una quemadura siempre será considerada como una experiencia traumática, tanto para el paciente como para la familia. Es importante contar con una red de apoyo con especialistas que asesoren en este proceso”.


Fuente: Revista MedPlus
ED 89
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