Unos 414 indígenas de los departamentos colombianos del Valle del Cauca (suroeste) y Chocó (oeste) huyeron de sus territorios por los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y grupos armados registrados desde noviembre, informó hoy la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
desplazados

Los aborígenes Wounnan Nonam desplazados pertenecen a los resguardos Burujón, Unión Agua Clara, en el Valle del
Cauca y Unión Basalito del Chocó y se han refugiado en el puerto de Buenaventura (suroeste).

Un comunicado de la OCHA señala que «las comunidades se desplazaron debido a frecuentes combates» entre tropas de la Infantería de Marina y «grupos armados no identificados».

Los choques armados, agrega el informe, han causado limitaciones de movilidad y de las actividades cotidianas desde septiembre de 2014.

Según el organismo, durante los primeros días, los desplazados se acomodaron en viviendas de amigos y familiares, pero desde el 1 de diciembre «se albergan en el coliseo del municipio, sitio que no está acondicionado para este fin y no cuenta con condiciones de seguridad».

Los indígenas necesitan útiles de aseo, menajes de cocina, filtros de agua, lo mismo que atención psicosocial y actividades lúdicas para menores de edad.

Los aborígenes señalaron que en las comunidades permanecen otros miembros que no se desplazaron y sufren limitaciones de movilidad y no puede realizar sus labores de subsistencia por los enfrentamientos.

Desde el 25 de septiembre, otros 364 indígenas de la misma zona se desplazaron al casco urbano de Buenaventura, el principal puerto colombiano en el Pacífico, y cerca de 2.736 indígenas y afrodescendientes están afectados por restricciones a la movilidad, por la presencia de hombres armados y por que hay combates.

En el departamento del Chocó hay presencia de narcotraficantes, y guerrillas de las FARC y el ELN, situación que también se produce en el Valle del Cauca. EFE

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