Los 70 de Peláez

Ayer hizo su arribo a la cima de los 70 años Hernán Peláez Restrepo, el doctor sin consultorio más famoso de la radio colombiana.

Asombra el poder de convocatoria que posee este ingeniero químico nacido en Cali y formado radialmente en Bogotá, al lado de los más grandes de la narración deportiva: Pastor Londoño (su favorito), Carlos Arturo Rueda y Armando Moncada. Leyenda viva de los medios hertzianos, poco a poco se fue convirtiendo en algo así como “El Rey Midas” de la radio: todo lo que toca lo convierte en fenómeno de sintonía y facturación, los dos rubros que mandan la parada en una  industria  tan querida que está cercana al centenario.

Principal coequipero.

El escritor y periodista Gustavo Álvarez Gardeazábal (valluno como él) empleó 115 palabras para resumir la vida, pasión y músculo de Peláez: Hernán Peláez es, sin discusión, el primer comentarista de la radio colombiana. Hizo su carrera aprestigiándose a más no poder como experto en deportes y terminó siendo un sabio en la materia, respetado y seguido por todos hasta en el más polémico y contradictorio de los estadios. Hace  21 años tomó las riendas de La luciérnaga y se convirtió con el paso del tiempo en el número 1 de este país. Oráculo discreto y maestro generoso, llega  a los 70 años dando ejemplo de cómo librar la batalla contra el cáncer y como seguir dictando cátedra desde un micrófono. Orgulloso de trabajar a su lado tengo que decir: ‘Nadie como él’».

Palmarés de Peláez.

Quienes han tenido el honor y el privilegio de trabajar a su lado coinciden en señalar que sabe dirigir y ser jefe, sin que se le note. Tiene paciencia cuando los pupilos hacen el aprendizaje, al aire, en vivo y en directo. Si en determinado plazo alguien no da la talla, no aprendió, se va del equipo en los mejores términos.

Un líder en síntesis.

La Polémicadeportiva fue número uno en sintonía siempre bajo su sabia tutela. Radiodeportes también brilló de su mano. El Café Caracol (que ya no va más) cautivó mucha audiencia sabatina. Se recuerda su admirable alianza, en los estadios y en cabina, con el inolvidable Jaime Ortiz Alvear. Su propuesta de todas las tardes, en La Luciérnaga, sobre las reliquias musicales del siglo XX, el más musical de todos, ha batido récord de audiencia. Peláez, amante de las lealtades,  siempre ha compartido el concepto del colega Orlando Cadavid, según el cual, “lo único viejo que el hombre debe tener es la mamá y la música”.

Un recomendado.

Para conocer por dentro y por fuera a este gran valor de la radio colombiana hay que leer, sin falta Los cuentos de Peláez, de Edgar Artunduaga, director de Todelar en su saludable resurgir.