La Seguridad Democrática para el centro de Medellín. Por Juan Carlos Vélez Uribe

Toda urbe importante del mundo tiene un sector al cual mayoritariamente confluyen sus habitantes.Ciudades como París, Londres, Madrid, Nueva York han logrado, producto de decisiones de desarrollo urbanístico de mucho años, definir muy bien cuales son las centralidades que reúnen las principales actividades comerciales, financieras y de gobierno local, convirtiendo a estas zonas en los verdaderos corazones de estas; el pálpito que las centralidades producen determinan el desarrollo de la ciudad entera.

Juan Carlos Vélez Uribe acompañado de Alvaro Uribe Vélez

La situación de nuestra ciudad parece que fuera en contravia de lo que ocurre en otras latitudes.

Nuestro centro, que por muchos años fue el corazón de la ciudad, hoy ha entrado en un franco deterioro. Recuerdo aquella época en la cual allí se ubicaban las oficinas principales de las empresas de la ciudad, la banca tenía sus oficinas centrales, las gentes, de todos los estratos sociales acudían allí a hacer sus compras, el entretenimiento, como el caso de los principales teatros de cine, se ubicaba en el centro de la ciudad, cuando existían prestigiosos clubes sociales como el Unión y el Medellín y aquel tiempo donde se ubicaban las oficinas del alcalde y del gobernador del departamento.

Hoy todo aquello ha desaparecido y esa comuna, la 10, tan importante para la ciudad ha entrado en un proceso inusitado de ‘pauperización’.

Hoy por hoy, circulan por allí Mas de 1.200.000 personas. Es la terminal de transportes mas grande que tiene la ciudad. Hasta buses de Bello o Girardota, que a pesar de existir un sistema como el Metro que nos comunica con estas localidades, aun siguen llegando allí a dejar a sus pasajeros.

Ese flujo de personas que circulan todos los días por el centro, nos permiten afirmar que aún «Junín con la Playa» sigue siendo la esquina más concurrida de la ciudad y que el centro de ésta sigue siendo unos de los sectores más activos en materia comercial a pesar de la explosión de centros comerciales que ha tenido Medellín en los últimos años.

Sin embargo, este sinnúmero de personas que todos los días confluyen al centro a su vez ha permitido que se convierta hoy lamentablemente en el sector más peligroso de la ciudad.

[pullquote]Debemos de verdad, como a un paciente en estado de gravedad, hacerle una intervención directa y urgente al centro de Medellín…[/pullquote]La delincuencia se apoderó del centro. La extorsión es rampante, según Fenalco, el gremio de los comerciantes, todos los establecimientos de comercio padecen lo que coloquialmente se conoce como ‘vacuna’ y que los bandidos denominan, para justificar este delito, «la cuota de seguridad».

Hoy existen, según algunos, cerca de 40 bandas, denominadas ‘Convivir’ dedicadas exclusivamente a la extorsión en ese sector de la ciudad, las cuales obtienen alrededor de 8.000 millones de pesos al mes por ese concepto.

El hurto se ha disparado a pesar de los esfuerzos que ha hecho la policía por aumentar el pie de fuerza para el centro de Medellín con alrededor de 300 nuevos patrulleros.

El microtráfico producto del alto consumo de estupefacientes va llegando a tales niveles que no es difícil conseguir drogas ilícitas en cualquier parte. En el parque de Bolivar es común ver el consumo de estupefacientes al aire libre, a pesar de existir allí un CAI con 15 policías.

Ni que decir de la venta de heroína, que según me cuenta un amigo, la venden a 10.000 pesos la ‘rayita’ de la jeringa y se la rotan entre los adictos sin importar las consecuencias de tipo sanitario que esto les pueda ocasionar. Esto ocurre a la vista de los transeúntes sin que ello genere mayores preocupaciones.

Este alto consumo de drogas ilegales en el centro de la ciudad está alimentado también por la presencia de 3.250 indigentes que según el censo oficial, tiene la ciudad, pero que para algunos podrían estar rondando los 5.000.

Los homicidios siguen estando por encima de los promedios de la ciudad, de tal manera que si el centro fuera considerado una ciudad independiente, de acuerdo al número de homicidios por cada 100.000 habitantes estaría a los niveles de la ciudad más peligrosa del mundo. Pues mientras en el centro son mas de 150, en El Poblado solo son 8 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Debemos de verdad, como a un paciente en estado de gravedad, hacerle una intervención directa y urgente al centro de Medellín. Su deterioro implica acciones de inversión municipal que vayan más allá de la construcción de unas horribles pirámides en la Avenida Oriental.

Pero lo más importante es una decidida acción para garantizarle la seguridad, no solo a las 100.000 personas que viven en la comuna 10 de la ciudad, sino a más de un millón de transeúntes que por allí circulan todos los días, a través una política de seguridad democrática para el centro de Medellín, en los términos que la habíamos planteado en nuestra columna anterior. @jcvelezuribe