La bicicleta, hoy en días, más que ser una simple alternativa para desplazarse de un lado a otro, es una revolucionaria pero sencilla solución para los problemas de movilidad en ciudades como Medellín.

Pablo Jaramillo V.

El tema de la bicicleta como alternativa de transporte urbano no se inventó aquí por unos “locos”. No. Esto se viene consolidando especialmente en Europa y Asia por décadas y es de allí de donde provienen muchas ideas para adoptar en este tipo de transporte sostenible en ciudades latinoamericanas. Incluso existen ciudades como Ámsterdam en Holanda o Muenster en Alemania, donde hay más bicicletas que seres humanos.

Medellín concretamente aún está “en pañales” en cuanto al tema de la bicicleta. Comparándonos con Bogotá, ciudad donde está más desarrollado la cultura de la bicicleta como alternativa de transporte, Medellín está aún se encuentra lejos. Bogotá cuenta con 400 kilómetros de ciclorutas y aproximadamente el 6% de los desplazamientos se hacen en bicicleta, mientras que Medellín apenas cuenta con alrededor de 30 kilómetros de ciclorutas y un 0,7% de los desplazamientosse hace en este medio de transporte.

Afortunadamente, el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial contiene un aporte importante al fomento de la bicicleta en la ciudad con la construcción de más kilómetros de ciclorutas, lo cual de llegar a ejecutarse en los próximos años, junto con el esfuerzo que ya viene haciendo el programa de bicicletas públicas ENCICLA, podríamos llegar a estar a la vanguardia en cuanto al fomento de este medio de transporte sostenible.

Por ahora, la bicicleta tiene muchos enemigos lamentablemente, comenzando por quienes aparte de reusarse de racionalizar el uso del vehículo particular, no toleran que haya ciclistas en la vía y les tiren el carro poniendo en serio peligro sus vidas. Todavía nos falta mucha cultura y conciencia. Tristemente muchos no son conscientes que en la pirámide de la movilidad, el ciclista ocupa el segundo lugar en prioridad, luego del peatón.

Muchos aún siguen con la excusa de la lluvia, el sudor, las lomas de Medellín o la inseguridad, con tal de no ensayar siquiera un día la experiencia de movilizarse en bicicleta en lugar de hacerlo en carro. Ojo. No se trata de bajar la gente del vehículo particular, se trata de proponer un uso racional de éste, ya que hay recorridos a diario que fácilmente podríamos hacer en bicicleta sin necesidad de usar el carro.

El uso de la bicicleta para movilizarnos nos hace ciudadanos responsables, le brindamos una mayor sostenibilidad a la ciudad además de ganar salud y tiempo valioso que votaríamos metidos en el insoportable y creciente tráfico de la ciudad.

La invitación a los ciudadanos es a que lo intentemos, y a quienes no quieren hacerlo aún, por lo menos respetar y salvaguardar a quienes sí lo hacen. Medellín cada día se llena más de vehículos que ruedan prácticamente por los mismos espacios de vías, por lo cual la bicicleta se convertirá en una importante parte de la solución a este problema. Y una invitación a los lugares de alto flujo de personas, tales como: centros comerciales, empresariales, clínicas, edificios públicos, escenarios culturales, restaurantes, etc. para que acepten las bicicletas y les brinden un espacio adecuado para poder parquearlas. Aún nos falta mucho, pero podemos lograrlo. @conojocritico

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Redacción Minuto30

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