La Barca de Calderón. Octubre 22 de 2014. Por William Calderón

Un narcisista amenazador

Desde su muy leída y consultada columna «Revolturas», que aparece semanalmente en el diario El País, de Cali, la psicóloga Gloria Hurtado nos sorprendió el martes 21 último con una revelación  que retrata de cuerpo entero al egocéntrico y empingorotado director de noticias del Canal Caracol, Luis Carlos Vélez, quien según la propia Gloria Hache, «veladamente amenazó con la idea de que mi artículo (en el que se ocupó del referido noticiero) podría merecer una demanda por injuria y calumnia».

Así empezó todo

La amenaza sobrevino porque  la destacada columnista vallecaucana, Premio Nacional de Periodismo, le hizo desde las páginas de opinión del rotativo caleño,  fundado por don Alvaro Lloreda, una verdadera profilaxis al vergonzoso periodismo amarillista que desparrama desde sus estudios bogotanos el joven comunicador  de marras, a quien la cadena CNN gringa se negó a renovarle el contrato de trabajo por razones apenas obvias.

La crítica de fondo

En su columna, doña Gloria se sintió impactada por el florecimiento (por decir lo menos) del narcisismo como ‘condición’ natural para surgir y ‘destacarse’ en el difícil medio audiovisual.

Los estudiosos de los comportamientos humanos más extravagantes sostienen que los narcisistas modernos abundan en el mundo del espectáculo, de la política, del periodismo. Allí es donde más se intenta brillar a cualquier costo. El ego de un narcisista es intocable. !Ay de quien se atreva a llevarles la contraria!  Los tales tienen por lo general un gran concepto de sí mismos.

Lo que le dolió a Vélez 

Escribió la articulista de El País: «A raíz de mi columna anterior donde me preguntaba de qué está hecho Luis Carlos Vélez, director del Noticiero de las 7 de Caracol, recibí una llamada de él ‘sorprendido’ porque me atreviera a cuestionar su trabajo. Sorprendido e indignado porque yo dijera que posiblemente había heredado la misma actitud de su papá, negativo, descalificador y crítico destructivo. Para mí, el Noticiero de Caracol no transmite noticias sino miserias. Alguien lo definió como el noticiero de la porno-miseria”.

Descrestando cachacos de misa de 12

Y prosigue la andanada de la escritora contra Vélez Marroquín: «Cositero, la noticia más importante de un día (en el Canal Caracol) puede ser que en un pueblo perdido de la Costa, alguien se robó una gallina. Con esa noticia Luis Carlos Vélez puede descrestarnos a los colombianos de lo que es un manejo informativo audaz. ¡Por Dios! Bueno, esa fue mi crítica porque considero que alimentar de miseria (que no de verdad) la mentalidad de una comunidad, es una gran responsabilidad. Velez, furioso, argumentaba “usted no tiene derecho a decir que soy un resentido” y veladamente amenazó con la idea de que mi artículo podría merecer una demanda por injuria y calumnia”.

No resiste una misa con triqui-traques

“No lo podía creer (continúa doña Gloria). Para mí era difícil asimilar la fragilidad de un hombre público que no soporta una crítica, que no resiste una opinión que no alabe su egocentrismo. El, periodista, público, aparentemente fogueado en comentarios, ideas o diferencias, no soporta que alguien –con razón o sin ella- lo toque con opiniones que no sean a su favor. Peor dolor, porque si hasta el día de la llamada lo consideraba duro, arrogante, pretencioso, ahora considero que su debilidad es su peor defecto. Pobre hombre porque escogió una profesión que creía lo podía llevar al estrellato, pero ésta puede ser su peor desgracia. Si lo critican se desmorona, si lo cuestionan, no resiste. Y ‘amenaza’ con demandas por injuria y calumnia”.

Un trofeo

Señala la comentarista para concluir su respuesta al hijo de “Mi Dios Antonio”: “Lo que desconoce el señor Vélez es que existen demandas jurídicas que son como un trofeo, como una presea que se llevan con orgullo y dignidad. Son como un reconocimiento a que nuestro pensamiento y nuestras ideas “dan en el blanco”, así exista la presión del poderoso narcisista por aplastar. Tras la máscara perfecta, maestro de los grandes engaños, el narcisista siempre está preocupado por la impresión que da. La deidificación del yo surge como una religión emergente en el mundo de hoy. Pero no me asusta, por el contrario, lo único que hizo el señor Vélez fue confirmar las motivaciones de su noticiero: rodearse de miseria para saber si de esa manera él puede brillar. Nos decían los viejos que “en el mundo de los ciegos el tuerto es rey”. Qué lástima, pero ni eso me hace prender el televisor a las 7 de la noche. Y usted, ¿lo prende o lo apaga”?

La pregunta del millón de euros

¿Qué estará esperando la plana mayor del Canal Caracol para confiarle la dirección de sus noticieros a una periodista de la talla, personalidad e imagen como Maria Elvira Arango, quien  todos los domingos, en las noches, nos trae verdaderas exclusivas en su programa  “Los Informantes”?