El cineasta británico Ridley Scott. EFE/Archivo
El cineasta británico Ridley Scott. EFE/Archivo
El cineasta británico Ridley Scott. EFE/Archivo

El cineasta británico Ridley Scott. EFE/Archivo

Ridley Scott ha abierto las puertas del rodaje en Roma de su próxima película, «All the Money in the World», que narra el rapto del nieto del magnate John Paul Getty, una «tragedia moderna» que ensombreció a esa dinastía estadounidense.

En el papel del magnate del petróleo, considerado en la mitad del siglo pasado como el hombre más rico de Estados Unidos, el cineasta británico ha elegido al actor Kevin Spacey y, según explicó en una mesa redonda en Roma, lo tuvo claro desde el primer momento.

Leyó el guión de David Scarpa mientras viajaban a Australia para rodar «Alien: Covenant» (2017) y, al avanzar en su lectura, le vino a la mente el oscarizado actor de «American Beauty» (1999): «Esto es para Kevin», pensó.

Scott ha llegado con su equipo para rodar en la ciudad en la que en 1973 un grupo de la mafia calabresa, la ‘Ndrangheta, raptó al nieto del inflexible y multimillonario patriarca Getty, John Paul Getty III, interpretado por el joven neoyorquino Charlie Plummer.

Los secuestradores pidieron a cambio de su vida 17 millones de dólares, una cifra que el abuelo se resistió a abonar a pesar de que llegaron incluso a cortarle la oreja derecha y enviársela a un conocido rotativo romano para dejar claras sus intenciones.

El joven, que a sus 17 años disfrutaba de una vida rebelde y bohemia en la antigua capital italiana, sufrió toda clase de vejaciones durante los cinco meses que duró su cautiverio, tiempo en el que medió una intensa labor de negociación con los raptores.

La capital italiana ha asistido no con poca sorpresa al ir y venir de cámaras y equipos técnicos y la céntrica plaza Navona, próxima al lugar del secuestro, la plaza Farnese, se ha convertido en estos días en un estudio a cielo abierto ambientado en lo años setenta.

Para algunos de los interiores, los productores se han trasladado a un taller del barrio periférico de la Magliana, donde se ha recreado la oficina postal por la que pasó la oreja, paralizada por aquellas huelgas que sacudieron la Italia de los «Años de Plomo».

El director, aclamado por obras como «Blade Runner» (1982), «Thelma & Louise» (1992) o «Gladiator» (2000), no pretende crear una película biográfica sino mostrar la historia de un joven que sufre la violencia de sus secuestradores y el desdén de su abuelo.

Pero también aspira a abordar con la cámara lo que considera una «tragedia moderna» que asaltó a un hombre «interesante» pero marcado por las carencias pues, en su opinión, «tener mucho dinero y no tenerlo también puede ser un vacío».

En cualquier caso avanzó que ni siquiera han consultado con esta importante dinastía estadounidense para la realización de la cinta.

Kevin Spacey se ha preparado a conciencia para dar vida a un personaje singular y, según relató entre risas, también repasó los consejos que publicaba en la revista «Play Boy», como aquel megalómano manual titulado «How to be rich» (Cómo ser rico, 1965).

En su opinión, el abuelo Getty era simplemente un hombre «completamente involucrado en los negocios» y con una idea «remota» de familia, por lo que no se concedía «distracciones» en este sentido: «Era 100 % y absolutamente un empresario», consideró.

Desde el punto de vista personal, Spacey no siente empatía con el magnate, del que se siente en las antípodas de la moralidad, pero recalcó que su intención no es juzgar a los personajes que interpreta.

«No juzgo los personajes que interpreto. A veces desde la distancia puedes escuchar la historia, leer el guión y algunos libros y empezar a entender por qué se tomaron esas decisiones. Pero no es mi trabajo juzgar al personaje sino interpretarlo», sostuvo.

Para esta historia, que se adentra en este suceso 44 años después de que ocurriera, Scott se ha rodeado de «un gran equipo» con «muy buenos actores» que, dijo, son capaces de sorprenderle con cada toma gracias a su capacidad de evolución.

Uno de los roles fundamentales de esta historia fue el de la madre de la víctima, Gail Harris, interpretada por Michelle Williams (Blue Valentine, 2010), que la describió como una mujer «inteligente» operando en un mundo de hombres.

Pero también el mediador Fletcher Chace, a quien da vida Mark Wahlberg (Ted, 2012) con el nada desdeñable objetivo de poner fin al cautiverio del muchacho y cerrar ese episodio de su desdichada vida, recordada ahora con esta película.

Gonzalo Sánchez EFE

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