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El jefe negociador del Gobierno colombiano en el proceso de paz con las Farc, Humberto de la Calle, negó que se hayan hecho «regalos al terrorismo» en los tres preacuerdos alcanzados con la guerrilla y desmintió todas las críticas realizadas por el expresidente Álvaro Uribe.

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En una declaración desde la sede de la Presidencia, de la Calle consideró que las acusaciones de Uribe, quien aseguró que el Ejecutivo «capitula» ante la guerrilla, son «una oportunidad» para explicar los avances de las negociaciones de La Habana.

«No es cierto que el Gobierno no haya hecho exigencias a las Farc», aseguró el representante oficial, que calificó de «falacias» las afirmaciones del expresidente y senador Uribe en una comparecencia en la que rebatió en cuatro grandes bloques todas las críticas.

Se trata de un avance de las respuestas que la delegación del Gobierno ofrecerá «en uno o dos días» para responder de forma «detallada» el polémico documento «las 52 capitulaciones de Santos en La Habana», emitido por el partido liderado por Uribe, el Centro Democrático, la semana pasada.

Ese escrito, que hoy fue ampliado a 68 capitulaciones, afirma que los preacuerdos sobre propiedad de la tierra, participación política y drogas ilícitas son concesiones al grupo armado.

«Hay dudas legítimas y críticas que siempre son bienvenidas, pero también tenemos que decir con toda franqueza que hay afirmaciones absolutamente equivocadas», comentó de la Calle, quien pidió que los cuestionamientos «se hagan con afirmaciones ciertas y en un marco de lealtad» al proceso de paz.

De la Calle fue vehemente al afirmar que, en materia agrícola, «nada de lo pactado conduce a un proceso de colectivización de la tierra», y que en cualquier caso el acuerdo de Cuba «no cambia una coma» de la normatividad vigente en este sentido.

Sobre el segundo punto, referido a participación política, dijo que se busca «ampliar los desarrollos democráticos que están vigentes» y que «pueden y deber ser perfeccionados» con la inclusión de nuevas circunscripciones electorales y «movimientos políticos».

«Las circunscripciones transitorias de paz no son para darle cupos a las Farc sino para comunidades que no han podido tener la participación que merecen. Si las Farc desean participar en política se les darán las garantías necesarias, ese es el fundamento de la conversación. Pero ellos deben darle también garantías a la sociedad», matizó.

Asimismo, se mostró tajante al afirmar que la «dejación de armas» por parte de la guerrilla se realizará desde el mismo momento que entren en funcionamiento los acuerdos definitivos, y negó en varias ocasiones que en Colombia se produzca «una paz armada», en respuesta a la acusación de Uribe de que las Farc tardarían 10 años en desarmarse.

Por último, en relación a las drogas ilícitas, indicó que las Farc han mostrado su compromiso en reconocer su vinculación con el narcotráfico y la eliminación de cultivos de coca. Bogotá, 22 oct (EFE).

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