En las relaciones bootycall basta una llamada a un amigo o conocido para programar una cita con el fin de tener relaciones sexuales. Su único propósito es que ambos pasen un rato placentero, pero sin compromisos.
corazon roto

Si te animas a entrarle (o ya lo hiciste) te presentamos la guía de supervivencia para que ninguno termine con el corazón roto.

Que no se te pasen

Acuerdo mutuo. Por supuesto, las dos partes deben de establecer las reglas del encuentro, desde el básico ¿en el hotel o en tu depa?, pasando por quién cubrirá los gastos de la habitación en caso de que se decidan por el hotel, hasta si se vale contárselo a otras personas o lo guardarán como top secret.

NO son novios. Los dos tienen que tener la idea bien grabada de que sus salidas son con el único fin de divertirse y pasar un buen rato juntos, pero sin compromisos. Siempre tengan claro que NO tienen una relación y no le deben nada al otro, exceptuando una buena sesión de caricias, claro.

Adiós celos. Ya que no tienen una relación formal, no se vale que ninguno de los cele y exija fidelidad al otro. Así que si ves a tu booty call tirándole la onda a otra chica, no se vale hacer dramas, enojarte o reclamar.

Códigos. El chiste de esta práctica es que establezcan sus encuentros a través de una llamada, pero si se les hace muy burdo marcarse al cel y soltar la frase “Hay que vernos para tener sexo”, pueden establecer algún código como “Tengo frío” o un simple “Hay que vernos”. Elijan el que los haga sentir más cómodos.

Tiempos. Acuerden si se vale llamarse el mismo día que alguno de los dos tiene deseos de ver al otro o si planearán sus citas con 1 ó 2 días de anticipación.

Cero intimidad emocional. No se involucren en los asuntos del otro, si él tiene broncas en el trabajo o tú tienes problemas familiares, no es aconsejable que se usen como paño de lágrimas, ni se pidan consejo; para eso cada uno tiene a sus propios amigos, recuerden: sólo son compañeros sexuales.

No se enamoren. No está de más decirlo, aunque sea redundante, siempre mantengan en mente qué tipo de relación manejan, de esta forma el riesgo de caer en las garras de Cupido será menor.


Fuente: Veintitantos.com

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