En Medellín nos cansamos de la delincuencia, necesitamos recuperar ya la ‘Seguridad Democrática’. Por Juan Carlos Vélez.

Cuando uno recorre los diferentes barrios y calles de Medellín, habla con la gente, pregunta con respecto a la problemática de la ciudad, de su vecindario, el tema que sale a relucir en todas partes es la percepción de inseguridad que padecemos todos los medellinenses.

Juan Carlos Vélez Uribe acompañado de Alvaro Uribe Vélez

No es para nada descabellada esa preocupación. Las cifras así lo demuestran. Puede que se haya presentado una reducción importante en lo que se han denominado ‘delitos de gran impacto’ como homicidios, asaltos bancarios, secuestros y casos de piratería terrestre, lo que ha generado que para las autoridades de la ciudad esto sirva de argumento para pregonar los avances en materia de seguridad. Pero el ciudadano del común sigue insistiendo que la situación de seguridad no mejora.

Y tiene razón, él sigue percibiendo que los atracos continúan, que los celulares se los siguen robando (cerca de 400 diarios en la ciudad), que la ‘vacuna’ hay que seguir pagándola, que las motos se las siguen robando, que a las tiendas las siguen atracando, etc y de ahí que quienes son responsables de garantizar la seguridad de la ciudad deben replantear sus estrategias.

Hay zonas en Medellín, como el centro, que hoy están en manos del hampa a pesar de los esfuerzos que se han hecho como el de por ejemplo, aumentar el pie de fuerza de la Policía con mas de 300 hombres.

La situación de seguridad de los barrios es cada vez más insostenible en la medida que aumenta el microtráfico y la extorsión. Cerca de 350 bandas con mas de 7.000 jóvenes armados hay en la ciudad.

El negocio de la venta de estupefacientes, según el arzobispo de Medellín, Ricardo Tobón, este podría ascender a los dos billones de pesos al año.

La gente ya no aguanta mas! Se requiere un plan de choque fuerte y bien orientado para volver a Medellín una ciudad segura.

Es necesario plantear nuevas estrategias para garantizarle la seguridad y la tranquilidad a todos los habitantes de nuestra ciudad. Para ello proponemos implantar una política de SEGURIDAD DEMOCRÁTICA para Medellín.

Para ello proponemos recoger la estrategia que fue exitosa del gobierno del expresidente Alvaro Uribe Vélez que logró garantizarle la seguridad y la paz a miles de colombianos que vivían en regiones que estaban en manos de la delincuencia, la guerrilla y los paramilitares.

La seguridad democrática implicará el iniciar con un proceso donde la comunidad se comprometa más con apoyar a las autoridades en el logro de sus compromisos y a la fuerza pública y la justicia cumplir plenamente con sus obligaciones.

Por ello la propuesta entre otras, es lograr que en Medellín haya redes de apoyo, de informantes, de cooperantes, que logremos apoyar los resultados de la fuerza pública con el pago de recompensas por información, crear un programa de incentivos para la fuerza pública, lograr un seguimiento a las actuaciones de la justicia y sobre todo debe haber un alcalde con los pantalones, la experiencia y la capacidad para darle la prioridad a la seguridad que esta requiere.

De ahí que si queremos vivir en paz en Medellín, es fundamental implementar la política de seguridad democrática que fue tan exitosa en el gobierno del Presidente Uribe.