La violencia asociada al conflicto armado colombiano se redujo a mínimos históricos desde el pasado 20 de diciembre, fecha en que las FARC iniciaron un alto el fuego unilateral e indefinido, informó hoy el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac).

CONFLICTO ARMADO

Desde el inicio del cese el fuego, en el marco de las negociaciones paz que se celebran en Cuba, hasta el pasado 20 de enero, la violencia por acciones guerrilleras cayo a niveles que no se registraban desde 1984, según un estudio del Cerac.

Durante dicho período los niveles de victimización también alcanzaron mínimos históricos, afirmación válida tanto para civiles como para miembros de la Fuerza Pública, grupos criminales nacidos tras la desmovilización de las AUC y combatientes guerrilleros.

En total, el estudio observó que durante dicho período se presentaron ocho víctimas mortales como consecuencia del conflicto armado, cinco de ellos eran civiles y tres de la fuerza pública.

Sin embargo el pasado domingo, unos días después del periodo analizado por el organismo, el Ejército informó de la muerte de dos guerrilleros de las FARC en el transcurso de varias ofensivas militares realizadas en una zona rural del departamento del Meta (centro).

En este sentido el estudio también muestra que no se registraron entre el 20 de diciembre y el 20 de enero ataques violentos contra la población por parte de grupos armados.

Asimismo, los datos que maneja el Cerac muestran que durante ese período tampoco se han registrado ataques contra la infraestructura económica.

Por su parte, la Fuerza Pública sí ha realizado actividades en contra de grupos guerrilleros, si bien han sido muy inferiores a los promedios de un mes o de la temporada de fin de año y la mayor parte tenían carácter judicial.

«No se registraron operaciones militares de carácter estratégico o táctico que puedan ser catalogadas como ofensivas militares, con la sola excepción de la operación contra la columna móvil Teófilo Forero de las FARC, operación que tiene continuidad desde antes del 20 de diciembre pasado», enuncia el estudio.

Por ello, concluye el Cerac, que se ha producido un cese al fuego «virtual» de carácter bilateral, una propuesta que las FARC defienden para bajar la intensidad al conflicto armado colombiano y que aún no ha sido aceptada por el Gobierno.

En cambio, sí se observa un nivel sostenido de amenazas atribuidas a los grupos nacidos tras la desmovilización de los paramilitares, en particular provenientes de las «Águilas Negras» y del «Clan Úsuga», que se han dirigido contra actores políticos.

El monitoreo del Cerac también observa que la violencia asociada al crimen organizado ha registrado igualmente un «apreciable descenso».

Desde el inicio del alto el fuego, otros grupos del conflicto, en particular el Ejército de Liberación Nacional (ELN), han aprovechado para mostrar su capacidad militar.

El descenso de la violencia y la apertura de un espacio temporal sin enfrentamientos facilita, según las conclusiones del Cerac, que se pueda producir un contexto favorable para la refrendación popular de los posibles acuerdos de paz que Gobierno y FARC alcancen en La Habana.

Asimismo, concluyen que de la dinámica de alto el fuego se ha contagiado al ELN que ya anunció su disposición a deponer las armas si se alcanza un acuerdo de paz.

El estudio también concluye que como consecuencia de esta coyuntura la coalición de Gobierno ha salido beneficiada, mientras que el opositor Centro Democrático, que se ha mostrado contrario al proceso, es un «perdedor nato». EFE

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Redacción Minuto30

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