El contundente triunfo de la conservadora Propuesta Republicana (Pro) que lidera Mauricio Macri y la derrota del kirchnerismo y el Frente Renovador (FR) en las primarias de la ciudad de Buenos Aires impacta en el mapa político nacional en plena carrera electoral.

EE.UU

Con el 98 por ciento de los votos escrutados, de los más de 30 aspirantes que competieron el domingo por una candidatura, sólo 5 lograron más del 1,5 por ciento necesario para convertirse en candidatos para las elecciones municipales del próximo julio.

El gran vencedor de la jornada fue Macri, que no solo revalidó el triunfo del Pro en la capital, su granero de votos tras ocho años de gestión como alcalde, con un 47,3 por ciento de las papeletas, sino que consiguió que su candidato y jefe de su Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, se impusiera por goleada a su más directa rival, la ex vicejefa del Gobierno porteño Gabriela Michetti.

«Ayer fue un paso adelante muy grande», afirmó hoy Macri, que se presentó eufórico en rueda de prensa junto a Rodríguez Larreta, un economista de 49 años que inició su carrera en la gestión pública con el peronista Carlos Menem y el radical Fernando de la Rúa y que participó después en la creación del Pro.

Macri está convencido de que, tras estos resultados, «la elección (a la jefatura de Estado) se va a polarizar en dos temas. Continuidad, con un candidato del Gobierno, y el cambio, que lo vamos a representar nosotros».

Con su contundente triunfo en la mano, lanzó hoy un mensaje al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, otro de los grandes perdedores de las primarias porque su candidato a la ciudad no logró alcanzar el mínimo para seguir en la competencia electoral.

«Nosotros creemos en el cambio y ellos ya gobernaron», dijo el alcalde de Buenos Aires en alusión a la gestión de Massa como jefe de Gabinete de Cristina Fernández, entre 2008 y 2009.

Una declaración que aleja las posibilidades de una alianza entre Macri y Massa para combatir al oficialista Frente para la Victoria (FpV) en las presidenciales de octubre.

El descalabro de Massa en la capital argentina no constituye un buen augurio para este peronista disidente y líder del Frente Renovador, que lanzará formalmente su candidatura presidencial el próximo viernes.

El kirchnerismo, el otro gran derrotado de estas primarias, trató hoy de minimizar el impacto de su caída, de casi ocho puntos porcentuales, en la ciudad.

Encabezada por Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas y hombre de La Cámpora -la organización que agrupa a las juventudes kirchneristas-, la candidatura del FpV quedó relegada a un tercer lugar con un 18,7 por ciento de votos, uno de sus peores registros en la ciudad.

Un resultado que aguó la fiesta que había preparado el oficialismo tras conocer sondeos de boca de urna que le daban una segunda posición en las primarias porteñas y que fallaron estrepitosamente.

En la primera reacción oficial tras la derrota, el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, trató hoy de restar importancia a este batacazo electoral y adelantó que no van a «bajar los brazos» y trabajarán «el doble» para «conquistar la mayor cantidad de votos» en las elecciones municipales del próximo 5 de julio.

La sorpresa de estas primarias fue Martín Lousteau, exministro de Economía de Cristina Fernández y candidato por el frente de centro-izquierda ECO, que se anotó un 22,27 por ciento de los votos.

Lousteau, un joven economista que se ajusta al perfil del ciudadano medio de la capital argentina, puede convertirse en una amenaza para Rodríguez Larreta si el Pro no logra imponerse en primera vuelta y tiene que recurrir a una segunda convocatoria, que se celebraría el 19 de julio.

Para la opositora Elisa Carrió, de Coalición Cívica, que a pesar de ser aliada de Macri respaldó a Lousteau, la conclusión de estas primarias es clara: «Más del 70 por ciento de los votos de la capital son contrarios al Frente para la Victoria. En capital, el Frente para la Victoria no existe», dijo hoy.

Pese a que la oposición ha quedado reforzada con triunfos en las primarias en importantes distritos electorales como Santa Fe, Mendoza y la capital, la carrera por la Casa Rosada apenas acaba de empezar y queda pendiente la batalla por la provincia de Buenos Aires, la más importante del país y bastión del oficialismo. EFE

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Redacción Minuto30

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