Pocos son los tratamientos aprobados por las entidades reguladoras internacionales para la alopecia. Algunos son medicamentos tomados, lociones o los conocidos implantes.

En el caso de la loción, se creó inicialmente para bajar la tensión y se comprobó que también ayuda a retardar la caída o favorecer su crecimiento entre un 15 y 60 por ciento, afirma la web especializada www.buenasalud.com. Mientras las píldoras logran una efectividad en el 83 por ciento de los pacientes. En el 2 por ciento de quienes toman estos tratamientos puede presentarse disfunción eréctil.

Los dos procedimientos son formulados de por vida, debido a que en el momento en el que dejen de usarse, el pelo se caerá como si nunca se hubiera estado en terapia. Así lo ratifica el doctor Betancur: “Si los pacientes toman el tratamiento a tiempo, cuando se está empezando a notar la caída, puede sostenerse el pelo que tienen mientras mantengan el tratamiento, pero como se trata de un problema genético, la tendencia siempre va a existir, y los productos luchan contra esa tendencia; pero al abandonar la terapia recomendada por el dermatólogo, el pelo va a caerse de nuevo”.

Existen también productos aplicados, hormonales, estimulantes de la circulación sanguínea, incluso tratamientos con células madre.

En el caso de la cirugía, el doctor Betancur asegura que en el país se realizan procedimientos de alta calidad. En este tema, el dermatólogo australiano Rod Sinclair explica que la clave es encontrar un buen cirujano que realice los implantes, para obtener un resultado muy natural, debido a que las técnicas han mejorado considerablemente frente a lo que se tenía diez años atrás.

Los primeros implantes daban la sensación de un pelo de muñeca o semejaban las cerdas de un cepillo. Por eso fracasaron y dejaron de emplearse. En el implante de pelo que se realiza actualmente se toman fibras de la parte posterior de la cabeza y se implantan –una a una-, en las zonas donde ya no hay pelo. El resultado depende del tipo de alopecia del paciente, el área que se necesite cubrir y la cantidad de pelo sobreviviente. Esta intervención se realiza con anestesia local y puede durar entre 2 y 8 horas, con poco dolor para el paciente. Las raíces que se extraen para implantar están genéticamente programadas para volver a crecer, con la idea de que no se caen de nuevo, y con un resultado completamente natural que no permite diferenciar entre el trasplantado y el que crece naturalmente.

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CONSEJOS PARA CUIDAR EL PELO

Aunque existen hábitos o circunstancias que derivan en una caída del pelo, lo cierto es que pueden recuperarse cuando el daño deje de suceder, como el estrés o el exceso de calor para peinarlo. Lo importante es tener en cuenta los siguientes aspectos para que, si no existen factores genéticos u orgánicos que originen la pérdida del cabello, podamos conservar una melena sana, con volumen y brillo:

1. Es bueno protegerlo del sol. Cuando nos expongamos demasiado a los rayos, al cloro de las piscinas o la sal del mar es importante protegerlo con una mascarilla y repararlo con productos hidratantes al regreso del descanso.
2. El pelo se debe lavar cuando se necesite. Nada de pensar que el agua y el champú motivan la caída.
3. Cada mes o mes y medio es bueno cortarse el pelo, para que se fortalezca.
4. Hay que hacerse mascarillas. Idealmente cada ocho días o, por lo menos, una vez por mes. Productos naturales como el aguacate, la mayonesa o la sábila son ideales para nutrirlo; o el aceite de oliva para sanar las puntas. Las mascarillas hidratantes no deben hacerse en las raíces.
5. No secarlo o plancharlo con frecuencia, pero cuando si se hace debe aplicarse un producto termoprotectores que minimice el daño.


Fuente: Revista MedPlus
ED 90
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