El artista boliviano Luis Quispe quiere romper el tabú de la hoja de coca con obras de arte en las que utiliza la «planta sagrada» para recrear los rostros de sus paisanos y reforzar así el concepto de identidad boliviana.

Uno de los cuadros del artista boliviano Luis Quispe. Foto: EFE

Uno de los cuadros del artista boliviano Luis Quispe. Foto: EFE

«La reputación de esta hoja es que con ella se hace droga, pero no quiere decir que hoja que agarres es hoja mala», explicó Quispe, quien en sus trabajos combina los tonos ocres con los verdes naturales de la hoja de coca.

Quispe, autor de más de trescientas obras elaboradas con coca, emplea una técnica que consiste en ir pegando las hojas sobre un lienzo para recrear rostros de personas. Con sus obras, el artista trata de innovar en el uso de esta hoja milenaria para hacer un «arte más profundo» que refleje e identifique a la gente y también demuestre que la hoja de coca «no es algo malo, es algo boliviano».

A medida que se superponen y combinan, las hojas se van transformando en la piel de los rostros avejentados de mirada melancólica que Quispe plasma en sus lienzos. Según el artista, este «collage» «refleja la vida de los bolivianos», ya que cada rostro muestra las duras pruebas que debieron superar los indígenas o los mineros, colectivos que respetan esta hoja, porque les da «fuerza» para seguir trabajando.

En algunos de sus cuadros, Quispe combina las hojas de coca con tejidos típicamente andinos como los coloridos aguayos, pero su trabajo ha ido evolucionando y hoy prefiere que toda la obra esté elaborada con coca.

El primer retrato que el artista «pintó» con esta técnica fue el del guerrillero argentino-cubano Ernesto ‘Che’ Guevara. EFE

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Redacción Minuto30

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