Un amplio grupo empresarial colombiano que operó en varios países de América Latina y está asociado a una empresa de Cuba, ha sido intervenido por autoridades colombianas en medio de una profunda crisis de endeudamiento y posibles malos manejos.

De izquierda a derecha: Manuel, Guido y Miguel Nule Cortesía Revista Semana.

La Superintendencia de Sociedades intervino esta semana empresas del conglomerado conocido como Grupo Nule, señalando que la situación «es crítica» debido al nivel de endeudamiento y cesación de pagos.

La entidad de vigilancia descubrió que los libros de contabilidad de MNV S.A., y Gas Kpital GR S.A., firmas del grupo intervenidas para su liquidación, fueron sustraídos de la sede de la empresa «sin justificación alguna».

En el caso de Gas Kpital, los investigadores encontraron que «la sociedad no lleva contabilidad de sus negocios».

Con el desplome del conglomerado quedaron en suspenso grandes obras de infraestructura en Colombia, incluyendo la ampliación de un troncal del transporte masivo Transmilenio de Bogotá y el mantenimiento de la malla vial del sur de la ciudad.

Manejado por los hermanos Manuel y Miguel Eduardo Nule Velilla y su primo Guido Alberto Nule Mariño, jóvenes inversionistas de la Costa Atlántica de Colombia con influencias en el gobierno central, el emporio constructor de 17 empresas realizó obras en Brasil, México, Panamá, Guatemala y República Dominicana.

Además se asoció con Técnica Hidráulica, S.A, una empresa mercantil de Cuba dedicada al diseño, construcción y operación de obras hidráulicas. La empresa, que se atribuye la construcción de acueductos en la isla pero no explica si tiene vínculos con el gobierno, posee una sucursal en Colombia y una oficina de contacto en Argelia, según su sitio en internet.

De acuerdo con el portal de la embajada de Cuba en Bogotá, Técnica Hidráulica es accionista de la empresa de los Nule, Aguas Kpital Bogotá.

Aguas Kpital manejó operaciones comerciales de una zona del Acueducto de Bogotá, pero incurrió en varios incumplimientos que le acarrearon multas de $3.5 millones, según un comunicado de la entidad.

Los Nule propusieron en marzo ceder el contrato al consorcio Técnicas y Gestión del Agua (TGA), dominado por la empresa cubana, pero el acueducto canceló el contrato y se lo adjudicó a otra firma.

La operación fue objeto de denuncias de la concejal de Bogotá, María Victoria Vargas Silva, quien aseguró que los Nule pretendían volverse a quedar con el contrato a través del consorcio de los cubanos, según explicó a El Nuevo Herald la vocera de la concejal, Jimena Múnera.

La empresa cubana ha sido socia de los Nule en filiales que manejan los acueductos de Cúcuta, en la frontera con Venezuela, y varios acueductos municipales del departamento del Magdalena, al norte del país.

Ha hecho además estudios de factibilidad en las ciudades de Santa Marta y Barranquilla, y prestó asesoría técnica para la planta potabilizadora del aeropuerto El Dorado de Bogotá.

Una persona que se identificó como asistente de la firma cubana en sus oficinas de Bogotá, informó a El Nuevo Herald el jueves que el representante de la empresa, Miguel Angel Villamaña Vásquez, no estaba disponible porque se encontraba visitando un proyecto en la ciudad de Cali.

La intervención de la Superintendencia de Sociedades podría arrojar luces en torno a un insólito préstamo que el gobierno colombiano concedió a los Nule en un fallido intento por rescatar una de sus empresas principales.

Se trata de un crédito de unos $12 millones, aún no reembolsado en su totalidad, que los accionistas recibieron de un fondo fiduciario oficial cuyos dineros son producto de la incautación de bienes a narcotraficantes.

El préstamo desató demandas e investigaciones oficiales por presuntas irregularidades en su aprobación y tras ser denunciado por el diario El Tiempo produjo una ola de indignación de quienes consideraban que estos dinero no debían ser usados para que empresas privadas cumplan obligaciones con el propio Estado.

El jueves fue imposible obtener una reacción de los Nule. Los empresarios han dicho en el pasado que fueron víctimas de la «rancia» ingeniería de Colombia y específicamente firmas vinculadas a la Cámara Colombiana de la Infraestructura.

El estrepitoso final del conglomerado familiar que hace seis años fue presentado por la revista Semana como uno de los más prósperos y exitosos del país, con ventas de $200 millones anuales, ha sido comparado con el escándalo de la multinacional Enron en Estados Unidos.

«Enron surgió como todo un emporio en sólo cinco años para luego declararse en bancarrota y similar cosa pasó con el Grupo Nule en los últimos cinco años», escribió el director del portal Primera Página, Héctor Mario Rodríguez.

El grupo, agregó Rodríguez, «llegó a controlar 34 contratos de obras públicas en todos los rincones del país y apareció manejando el Acueducto de Cuba y una hidroeléctrica en Guatemala».

Pero los «nuevos cacaos» [empresario sobresalientes] de la contratación pública en el país «se convirtieron en los indeseables y cuanto contrato manejaban quedó abandonado y a medio construir», escribió Rodríguez.

Vía ElNuevoHerald.com


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Redacción Minuto30

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